La ilustración escocesa

Las generalizaciones agrupan, en su afán simplificador, elementos de distinta sustancia, basadas en algunas de sus características comunes. Un ejemplo es la diversidad formidable que se apila bajo el término “Ilustración”, que abarca multiplicidad de áreas del conocimiento, así como países y formas de pensar, a veces incluso contrapuestas.Para los uruguayos el término Ilustración está indisolublemente ligado a Francia, a Voltaire y Rousseau y a la tradición democrática que de allí surge. Su mérito y su limitación está en haber identificado a la Libertad con la Democracia. Justo pero insuficiente. Este problema, ya señalado por Luis Alberto de Herrera en La Revolución Francesa y Sudamérica marcado por la influencia de Edmund Burke, no ha hecho carne en los uruguayos. La otra gran vertiente de la Ilustración, la que complementa necesariamente a la francesa, que es la escocesa (o británica si se quiere) es desconocida e ignorada por nuestra educación formal y nuestro debate de ideas provinciano y ramplón.No es un asunto menor, porque hace al concepto de Libertad que tenemos, que es peligrosamente restringido. En el siglo XVIII se desarrolla en Escocia una nueva forma de pensar, un “descubrimiento”, que da nacimiento a una vertiente del pensamiento que se unirá a la mejor tradición de la civilización occidental. Como dice el historiador Alexander Broadie es la más exitosa exportación de Escocia, ya que su influencia es decisiva en la historia.En las obras de David Hume, Adam Smith o Adam Ferguson, verbigracia, se explica la necesidad de lalibertad bajo la ley que limita necesariamente la discrecionalidad del gobernante. Hume, que describe el surgimiento de las instituciones humanas a través de un proceso evolutivo de...

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