La pizza de Mujica

En el año 2004, Tabaré Vázquez era todopoderoso dentro del Frente Amplio. Armó la fórmula presidencial junto a Nin Novoa por decisión propia que todos acataron y designó Ministro de Economía (en los hechos Primer Ministro) a Danilo Astori sin consultar a nadie. La desesperación por llegar al poder era un argumento contundente para alinear en silencio a todos los partidos, grupos y sectores que constituían el FA. Vázquez aparecía como el líder natural, indiscutible y excluyente: la única persona que garantizaba una victoria electoral.Pero la bajada del Olimpo a la Tierra fue más rápida de lo que pensaba. Pese a la enorme popularidad que marcaban las encuestas sobre el fin de su gestión, fue desafiado y arrollado en el 2009 por el Congreso del FA cuando pretendió imponer como su sucesor a Danilo Astori. Comunistas y emepepistas, al amparo de sus delegados de las bases, bocharon de mala manera al exministro (quedó tercero en la votación, detrás de Mujica y el opaco intendente Carámbula).Diez años después de su época de esplendor, el cambio es mucho más notorio. Es simple: ya no se trata de cómo alcanzar el poder sino de cómo repartir el poder. Aquel conglomerado que mudo observó las decisiones del candidato, se ha transformado en una bolsa de gatos donde todos gritan y pelean por posiciones que les aseguren un pedazo de la torta a la hora de su distribución. Una ignota senadora (Constanza Moreira), con el argumento principal de poseer unos cuantos años menos, ha salido a desafiarlo abiertamente y lo ha convertido en el centro de severos ataques, mientras que el resto, la mayoría frenteamplista que teóricamente permanece fiel a él, se ha enzarzado en una dura discusión acerca de quién debe ser su compañero de fórmula, su candidato a la vicepresidencia. Cada uno quiere imponer un nombre o su nombre, sin importarles lo que piense el expresidente. Nadie quiere ceder un ápice en el reparto del poder. Se dio vuelta la taba respecto al 2004.La que parece más desesperada por el cargo es la senadora y primera dama Lucía Topolansky, que cuenta con el lobby de su esposo, el Presidente de la República. Mujica no ha ocultado, ni se ha preocupado de disimular, que es el principal impulsor de esta candidatura -tal vez no tenga más remedio-, al punto que ha jugado al borde del reglamento (la Constitución...

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