Melodías nórdicas y universales

Las letras pegadizas y los colores extravagantes del inmortal grupo de pop sueco ABBA llenaron hoy el museo Tate Modern de Londres en una espectacular fiesta para celebrar los 40 años de su salto a la fama.Fue la armónica melodía de Waterloo y un vestuario rupturista lo que cautivó al jurado de ese festival en el teatro Dome de Brighton (sur de Inglaterra) la noche del 6 de abril de 1974 y lo que selló el inicio de una carrera musical histórica para el cuarteto sueco.Benny Andersson, Anni-Frid "Frida" Lyngstad, Björn Ulvaeus y Agnetha Fältskog, cuyas iniciales bautizaron la formación, no imaginaban entonces que su música pasaría a la historia con éxitos como Chiquitita, Honey, Honey, Dancing Queen, Voulez-vous o Money, Money, Money.Su éxito se debe a "la combinación de los cuatro, del talento de los compositores y de las dos voces bonitas juntas, es una buena combinación de éxito", explicó Frida Lyngstad al llegar a la fiesta, dedicada a los seguidores del grupo y en la que no dejaron de sonar sus alegres melodías.Por su parte, el guitarrista Björn Ulvaeus afirmó que "es increíble que ABBA todavía sea relevante hoy. La gente todavía escucha a la banda. Sus canciones siguen sonando".Los exintegrantes del cuarteto desfilaron por la alfombra roja de la galería de arte Tate Modern, en la orilla sur del Támesis.El museo de arte moderno londinense albergó una velada de música, baile y diversión propia de los años 70 y convirtió su icónica sala de turbinas en una discoteca de ABBA.Bajo un cielo lluvioso en Londres, los dos eran aclamados por multitud de admiradores que no querían perder la oportunidad de verlos juntos de nuevo.El compositor del grupo, Benny Andersson, celebró anoche el aniversario en Estocolmo, pero ni él ni la vocalista Agnetha Fältskog acudieron a la fiesta de la capital británica.Los seguidores del grupo sueñan con que el cuarteto vuelva a reunirse, pero tras su separación en 1981 la banda nunca ha mostrado intención de juntarse de nuevo sobre un escenario."Es muy difícil, porque Benny y Björn están ocupados con otras cosas. Ya somos más mayores y no tenemos esa motivación que teníamos antes", explicó Lyngstad de 69 años, aunque insistió en que "lo bonito" es que su música "siga viva".A pesar de que no planean volver a los escenarios, el cuarteto mantiene una muy buena relación."Por supuesto. Somos muy buenos amigos todos nosotros", comentó Björn entre risas.Tras la disolución y después de apenas una década de trabajo -diez años que...

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