Chofer del ómnibus dice que no vio a pasajera que 'se me vino encima'

El chofer del ómnibus, que permanece internado en el BSE, dijo no haber visto a la pasajera que se le vino encima poco antes de llegar al arroyo Sauce. Intentó no derrapar, golpeando contra los pilares de hormigón. pero toda maniobra fue inútil.Ayer falleció una mujer de 77 años, internada en Caamepa de Pando poco después del vuelco del ómnibus de la empresa Cromin, producido en el mediodía del pasado domingo. Esta pasajera había sido rescatada cuando se encontraba sumergida en el agua, con pérdida de conocimiento. Presentaba un paro respiratorio y tuvo que ser reanimada en el lugar por personal de Policía Caminera.Es la segunda víctima fatal, puesto que en el mismo accidente perdió la vida también otra mujer, Elsa Pérez, de 76 años. En el ómnibus viajaban 44 personas y una treintena soportó diversas heridas y traumatismos. En la noche de ayer ocho personas aún se encontraban internadas en distintos centros de salud de Montevideo y Canelones, entre ellas Sara Umpiérrez, la pasajera que tambaleó sobre el conductor haciéndole perder el control.Antes de llegar al puente del kilómetro 38 de la ruta 7, en una curva, el ómnibus que viajaba desde Minas hacia Montevideo comenzó a golpear contra los mojones de hormigón instalados a manera de protección. Era la hora 13:30.Internado en el tercer piso del sanatorio del Banco de Seguros, el chofer del ómnibus, Washington Giribaldi, de 46 años, declaró a El País que una pasajera se le cayó encima cuando él tomaba una curva previa al ingreso al puente.Giribaldi, quien sufrió un corte importante en la pierna derecha y varios traumatismos, trabaja como conductor-cobrador desde hace 15 años y como chofer hace más de 20, sin haber sido antes protagonista de un solo siniestro vial.Según él, no pudo ni siquiera atisbar que la pasajera se le venía encima, por lo cual no realizó ningún movimiento para evitarlo.Giribaldi, que vive en Montevideo, había salido a trabajar a las 6:30 de la mañana y venía manejando desde las 8 del domingo. El viaje de línea se desarrollaba con la normalidad habitual, aunque la ruta 7 siempre exige tomar precauciones. No son pocas las paradas que se hallan en repechos, parecen descuidados los sistemas de seguridad y, en ciertos puntos de cruce, el tránsito suma camiones de carga de madera, motos y gente a caballo.Giribaldi recuerda que en primera instancia controló el ómnibus haciéndolo pegar contra los pilares de hormigón, pero a pesar de su esfuerzo el coche derrapó y volcó a la altura del arroyo...

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