Encrucijada venezolana

JULIA RODRÍGUEZ LARRETADespués de las elecciones de hoy en Venezuela se sabrán varias cosas. Se conocerá como votaron los venezolanos y si habrá un mandato futuro claro, resultado de esas elecciones, para quien las gane. ¿Hubo fraude en el recuento? ¿Si lo hubo cual fue su magnitud? ¿De perder Chávez, entregará el mando? ¿En caso de triunfar Capriles, tendrá poder para revertir el nefasto proceso ocurrido en los 14 años de chavismo, donde se avasallaron sistemáticamente las instituciones y el estado de derecho?Si el vencedor es Chávez, se habrá impuesto la síntesis misma del populismo latinoamericano. De allí en más, es lógico prever la profundización de su "socialismo del siglo XXI" y su influencia por el continente, desparramada no solo a base de ideología sino de petrodólares. Sostenido en una disfrazada dictadura cada vez más férrea, con sus inevitables y tristes consecuencias para el pueblo venezolano, sus seguidores y sus opositores, si bien estos últimos la pasarán mucho peor. Ejemplos de persecución, arbitrariedad y desconocimiento del derecho de propiedad, abundan.¿Que le sucede a Venezuela, en contraste con Colombia, país hermano con el que fueron uno solo tiempo atrás, con raíces casi idénticas y un mismo Libertador? ¿Como comparar y explicar las diferencias entre un Chávez, con un Uribe o un Santos? Pues resulta entre otras cosas, que Chávez, además de su cáncer, da toda las impresión de padecer de otra seria afección que los antiguos griegos llamaban el "mal de Hubris o Hybris".El neurólogo y prestigioso político inglés, David Owen, analizó esta condición que se observa, en mayor o menor grado, en muchas personas que alcanzan un importante grado de poder. Este científico escribió su libro después de un estudio de seis años, sobre ciertos líderes políticos. Una de sus conclusiones afirma que "el poder intoxica tanto que termina afectando el juicio de los dirigentes". Se sienten irremplazables, poseedores de la verdad revelada. Aquellos que no los adulan, son considerados enemigos y deben ser acallados y destruidos. Jamás reconocen sus errores. Las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR