Rescatan documento sobre 'el Mago'

Pasaron 77 años y aún, en cualquier rincón del país, siguen apareciendo documentos e historias del inmortal y uruguayo Carlos Gardel. La hija de un canillita que conoció al Mago cuenta una historia que lo vuelve a traer vívido y magnánimo."¡Qué sabrán esos!", decía Alfredo Bazán cada vez que alguien salía con que Carlos Gardel era francés. Y, a estar por documentos en poder de su única hija, Bazán sabía lo que decía.Anahir Bazán (59) guardaba desde hace unas cuatro décadas tres páginas originales de un certificado notarial de alto valor documental, cuya existencia ya era conocida por expertos gardelianos sólo por fotocopias. En ellas un escribano público certificaba, en 1933, la declaración de Carlos Gardel como "uruguayo", domiciliado en la calle Jean Jaurés número 735 de Buenos Aires.Los documentos que formaban parte de los escritos de compra-venta del chalet de la calle Podestá (Carrasco) que adquirió el cantor llegaron a sus manos luego que falleciera su madre. Cuando Anahir limpiaba la casa familiar de Salto y Constituyente se llevó consigo los papeles de su madre, entre ellos una bolsita de Ta-Ta que contenía los tres certificados.Para Anahir los cuentos de Gardel y su origen uruguayo no eran ninguna novedad, nació y creció con ellos. "En mi casa siempre se hablaba de él. Mi padre nunca tuvo dudas de que Gardel era uruguayo, él siempre decía que era muy amigo de Gardel. `Yo sé muy bien que él es uruguayo, ¡qué sabrán esos!`, decía cada vez que alguien peleaba por el origen", cuenta Anahir.En algún momento se le ocurrió mostrarle la documentación a un coleccionista que le presentó un familiar. "Pero no les dio importancia", comentó aún con algo de indisimulada decepción.No fue sino hasta hace pocos días atrás cuando una nota publicada en la edición digital de El País volvió a movilizarla. "Siempre le pongo el canal argentino América a mi nieta, y ese día vimos el informe que recogieron de El País y enseguida llamé al diario", contó Anahir Bazán.De este modo El País pudo oír la historia contada por ella en su casa de Trinidad, Flores, donde vive desde hace 34 años.Anahir Bazán Marrero es viuda, tiene tres hijos, dos mujeres y un varón, y cuatro nietos. Llegó a Trinidad desde Montevideo en 1978. En Salto y Constituyente -donde todavía está-, a tres cuadras del monumento a El Gaucho, vivía con sus padres, Alfredo y María, y su hermano Alfredo. Ya casado en terceras nupcias su padre tuvo otros tres hijos.Con extremo cuidado Anahir extrae los documentos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR