Para más seguridad, rehabilitar

FABIÁN MURODesde Londres, y en un castellano fluido y neutro, James Haines dice a Qué Pasa, mientras revisa sus papeles, que en Uruguay se están tomando algunas medidas que considera buenas, pero que "ojalá se cumplan". Dice que no sabe cuándo volverá porque las veces que vino lo hizo gracias al gobierno británico y "como he sido crítico del gobierno, no me invitan más", dice entre risas.-¿Cuántas veces estuvo en Uruguay? ¿Está al tanto de lo que ha ocurrido últimamente en las cárceles uruguayas?-Estuve dos veces en Uruguay, en 2006 y 2007. He visitado la mayoría de las cárceles y conozco particularmente las condiciones del Comcar y del Penal de Libertad. También supe del motín en el Comcar y las condiciones que eso provocó.-¿También está al tanto de que se construyeron nuevas cárceles?-Sí, varias.-¿Le parece que eso puede ser una solución para el problema de hacinamiento?-En cierto sentido es una solución, pero no en un sentido más amplio. Si eso llevara a mejores condiciones de reclusión, podría ser una solución. Pero de acuerdo a nuestra experiencia, en ningún país en el cual se construyen más cárceles se resuelve el tema del hacinamiento: se construyen y se llenan enseguida. En Uruguay hay un problema grave con el hacinamiento y en eso influye que hay un alto porcentaje de presos procesados. Me parece que el problema uruguayo tiene que ver más con el sistema jurídico, que con el penitenciario. Dos tercios de los presos están procesados (y no sentenciados) y eso es una tasa muy alta. El hacinamiento depende más de una política de "prisión preventiva" o una demora del proceso para llegar a una sentencia, o de los dos. En ese sentido, mejor que construir nuevas cárceles sería enfrentar los problemas políticos que llevan a esto.-¿A qué se refiere con una política de prisión preventiva?-A un método de "limpiar las calles". Sirve para mantener a los delincuentes fuera de la vía pública. Pero hay que ver cuán efectiva es la prisión preventiva. El problema del hacinamiento tiene que ver con el propósito que se le da a la prisión preventiva. En Comcar, cuando estuve, había más de 3.000 presos en un lugar con cupos para la mitad. No es el único problema. Otro problema que veo en Uruguay es que tiene una política de seguridad "pasiva" en su sistema carcelario: el sistema está diseñado para que poca gente se encargue de los presos. Así es imposible tener un proceso de rehabilitación y reinserción en la sociedad. Un proceso de rehabilitación requiere de una...

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