'La vida y el fútbol son una constante hipocresía'

Corre siete kilómetros cuatro veces a la semana y el resto de los días hace pesas y boxeo. El presidente de Peñarol y exitoso empresario dice que a sus 55 años eso lo mantiene vital.ynbsp;

Se emociona cuando habla de su padre, el contador José Pedro Damiani, o de sus hijos, pero le hierve la sangre cuando se refiere a Peñarol. "Soy calentón pero a veces sobreactúo", admite. Manifiesta preocupación por el paso del tiempo, la hipocresía, la participación de los jóvenes en la política o las trabas burocráticas del Estado. Gesticula y afirma que hay "doscientos delincuentes" que le hacen daño al fútbol generando violencia y defiende a los dirigentes porque "son sus víctimas, no sus cómplices". También dice que en el fútbol "todos ganan plata menos los clubes" y define a Francisco Paco Casal como "un adelantado".

-¿Le pesa ser el "hijo de"?

-Yo felicito a los "hijos de". Es una ventaja serlo pero también hace que sea mucho más difícil que uno se apropie de sus logros. Hay muchos "hijos de" que han trascendido por sí mismos. Yo trato de hacer las cosas lo mejor posible. También es cierto que lo que he hecho por Peñarol de pronto se me reconocería más si yo fuera Rodríguez, pero al ser Damiani siempre está presente el recuerdo de lo que hizo mi viejo.

-¿Qué recuerdo destaca de su padre?

-En el velorio había políticos, presidentes, millonarios y gente muy humilde del turf, del boxeo. Mi viejo fue muy solidario pero además hay algo que no se conoce mucho y que lo describe en otra faceta. En 1960 yo tenía poco más de un año y me escribió una carta. Empezaba diciendo: "querido hijo, te escribo esto por si las vueltas de la vida no me permiten tener esta charla contigo". Yo era el único varón de la familia y ahí me explicaba el valor de la familia, del trabajo, del compromiso con el país. Era una carta llena de amor y cargada de responsabilidades. Que un padre le escriba una carta así a su hijo demuestra una sensibilidad que no todos conocían del viejo. Mi madre, con toda su sabiduría, no me la dio para no pasarme esa mochila de responsabilidades. Me enteré de la existencia de la carta cuando perdí a mis padres. Mi hermana Verónica me la dio a leer y me emocioné muchísimo. Es una carta increíble y cada tanto la releo. Mi viejo daba la imagen de ser un tipo frívolo pero era muy solidario. Cuando murió me enteré que le había dado una mano a muchísima gente. Yo doy gracias a la vida por los padres que tuve.

-¿Qué cree que esperaba su padre con esa carta?

-Seguramente quería que yo no perdiera esa sabiduría que había logrado en su vida. Por eso me llevó a trabajar muy joven con él. El fútbol, el turf y el boxeo fueron una gran enseñanza. Conocías gente honesta, humilde, con valores. Muchas de esas cosas ahora se han perdido. Mi padre se daba con ellos y también con millonarios, con gente muy importante. Hasta recibía habanos de Fidel Castro.

-¿Usted ya le escribió una carta a su hijo?

-Es una gran preocupación porque lo tuve de grande. Franco tiene cinco años... pero tiene hermanos divinos. Tengo cuatro hijos. Los dos grandes trabajan conmigo y mi hija, que es un sol, diseña ropa, es la artista de la familia.

-¿Le transmitió a sus hijos la pasión por Peñarol?

-Mi padre me transmitió ese amor por Peñarol pero mis hijos han tenido el lastre de tener un abuelo importante y al padre presidente de la institución. Son hinchas pero optaron por el perfil bajo. Van a la Olímpica, no les gusta el Palco y hasta se han quedado sin ir porque no consiguieron entradas. Convivieron con mucha exposición y prefieren estar a mil kilómetros de todo esto.

-¿En algún momento lo mareó tener tanto dinero?

-Mis viejos fueron muy educadores. En casa la Coca-Cola era para el fin de semana. Me enseñaron a cuidar, a disfrutar de las cosas más simples. Y la vida te va enseñando a ver que lo importante no es lo que tenés. Yo soy feliz cuando salgo a correr cuatro veces por semana, o los lunes cuando jugamos al fútbol y compartimos un asado con esos amigos de toda la vida. Uno tiene acceso a muchas cosas materiales...

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