Tesón y voluntad para cumplir un sueño

"Mirando al futuro: Río 2016", se llama la nueva campaña de la atleta uruguaya Alfonsina Maldonado. Con una sola mano y muy pocos recursos hará todo su esfuerzo para posicionarse entre las mejores del continente y llegar a las olimpíadas.-Hola, estoy escribiendo desde las 6 de la tarde.-¿Y qué hora es ahí?-Las 10 de la noche. Respondí 253 mensajes y sigo. Es precioso el amor de la gente.Así se expresó Alfonsina Maldonado, atleta paralímpica uruguaya radicada en Cataluña, España. "Estos días son para despedirme de Fandango, el caballo en el que competí hasta ahora, porque el 17 comienza una nueva etapa", cuenta por teléfono desde un haras en el interior de España.La "nueva etapa" implica cambiar de país; trasladarse a Portugal, entrenar para perfeccionarse lo más posible y hacer todo su esfuerzo para acceder a los Juegos Paralímpicos de Río 2016. Años atrás lo intentó para Londres 2012 pero quedó a pocos puntos de la clasificación. Ahora redoblará la apuesta.Apostar, luchar, volver a empezar, insistir y esperar el momento justo para lograr una meta, parecen ser el leitmotiv de la vida de Alfonsina. Su historia está llena de momentos en los que un obstáculo serio se interpuso y ella lo superó.Desde que la habitación donde dormía con seis meses se incendió con ella adentro hasta que logró sobrevivir; desde que vio fallecer amigos del hospital donde la atendieron por cinco años hasta que consiguió el alta; desde que se sintió observada en su Florida natal hasta que logró construir su imagen de mujer fuerte, lejos de cualquier estereotipo vinculado a la discapacidad física.Hoy vive en Europa pero no olvida que iba a caballo a la escuela en la localidad de La Macana, a pocos kilómetros de Florida, que llegó a España sin referencias y que, a poco de llegar, le robaron el pasaporte, lo que la obligó a viajar en total vulnerabilidad mientras gestionaba la ciudadanía italiana.Tampoco olvida la cara de su primer jefe cuando entró a su club hípico, se presentó, dijo lo que sabía hacer y pidió una oportunidad. "Me acuerdo que entré, pregunté por el dueño y le dije `Hola, soy Alfonsina Maldonado, vengo de Uruguay y tengo el sueño de aprender lo más que pueda de caballos. Hay un problema: me falta una mano. Pero lo único que te pido es que me pruebes`".La probó y días después la contrató. Era el año 2004. Tiempo después despertaría la ovación de todo el público presente en un concurso realizado en Francia. "Competí y cuando terminé todo el mundo se paró para aplaudirme"...

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