Un conflicto nada raro

No falla. Cada vez que hay una seca, cada vez que hay un conflicto, cada vez que pasa algo que afecta al principal sector de la economía nacional, los dirigentes del gobierno y su escuadrón de opinólogos (rentados y vocacionales) en las redes, sacan a relucir todo el resentimiento, la ignorancia y el desprecio, que han sido típicos de la pequeña burguesía semi letrada urbana. Que las 4x4, que los estancieros llorones, que a Allende lo voltearon así, etc., etc., etc.

Pero esta vez hubo algo que destacó entre el habitual chorrete de sectarismo de nuestro proletariado intelectual. Una columna publicada por el exministro Andrés Berterreche en La Diaria, donde afirma que la situación del agro no es tan mala y sugiere sin medias tintas que se trata de una operación política donde la gente del campo estaría siendo arreada "a puro tuit" por "yuppies urbanos".

Berterreche, a diferencia del 99% de la dirigencia frentista, algo de campo sabe. Al menos de forestación, que es su área de especialización. Pero su anacronismo ideológico (sus ideas quedaron trancadas allá a fines de los 80, cuando todavía existía el Muro de Berlín, y la gente hablaba de "yuppies") y su necesidad de defender lo indefendible, le impiden ver una realidad que rompe los ojos.

¿Por qué estalla ahora este conflicto? ¿Se trata de una operación de la "oligarquía" para desestabilizar a este gobierno defensor de los pobres? ¿Es raro que la gente de campo esté furiosa?

Para nada. El sector agropecuario viene recibiendo cachetadas y desprecio del oficialismo desde hace una década. Han sido decenas y decenas de gestos y muestras de que para la elite del gobierno, su realidad importa poco y nada. Sus necesidades, ya sea en materia cambiaria, de integración comercial con el mundo, o de infraestructura, siempre vienen al fondo de la cola. Y si Berterreche quiere un ejemplo, que vea lo que pasó con UPM.

Hace años que los productores se quejan de la situación de la infraestructura ruinosa, de la asfixia tributaria y del costo de los combustibles. ¿La respuesta? Embrómese, dicho con esa sencillez y humildad que caracterizan al presidente Vázquez, a Constanza Moreira y a la "barra" frentista. Ahora, viene UPM, y a los 10 minutos se le concede zona franca, se le va a construir un tren para ellos, y hasta se comprometen a comprarle los excedentes de energía a un precio millonario. ¿Raro?

La lechería, el arroz, y varios otros sectores intensivos en inversión y mano de obra, están boqueando por...

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