Educación socioemocional. Del enfoque regulatorio, al crecimiento personal y social

AutorEsther Alvarez Bolaños
Páginas388-408
389
Esther Alvarez Bolaños
Educación socioemocional [388-408 pp.]
Educación socioemocional. Del enfoque
regulatorio, al crecimiento personal y social
Socio-emoional educaion. From regulatory approach, to personal
and social growth
Esther Alvarez Bolaños. estabol7@hotmail.com
Insituto Universitario Internacional de Toluca. México
Recibido: 20/01/2020
Aprobado: 11/03/2020
Resumen
El estudio de las emociones no es un tema nuevo; sin embargo su incorporación
como innovación educaiva en el currículo de la educación básica es reciente
y obedece a disintas necesidades sociales. El presente artículo iene como
objeivo relexionar sobre los f‌ines de la educación socioemocional desde
diversas perspecivas: de prevención y atención de necesidades sociales, como
proceso que garaniza el aprendizaje y desarrollo de competencias para lograr
desempeños efecivos, y como alternaiva para el bienestar; estos f‌ines han
sido cuesionados por algunos críicos, al considerar que el discurso de la
educación emocional es dominante, instrumental, y alineado a intereses del
sistema económico para formar trabajadores y consumidores emocionalmente
maleables. Por lo que se enfaiza en la necesidad de sustentar su abordaje en
un enfoque f‌ilosóf‌ico de orientación verdaderamente humanista.
Palabras clave: Bienestar, crecimiento personal, educación socioemocional,
regulación.
Abstract
The study and of emoions is not a new issue, however their incorporaion as
educaional innovaion in the basic educaion curriculum is recent and due
to diferent social needs. The purpose of this aricle is to relect on the aims
of socio-emoional educaion from the following perspecives: prevenion
and attenion to social needs, as a process that guarantees learning and skills
development to achieve efecive performance and as an alternaive for well-
being; on these ends some criics have also pronounced, considering that at
present the discourse of emoional educaion is dominant and instrumental,
and is due more to the interests of the economic system to train emoionally
malleable workers and consumers. It concludes by emphasizing the need to
support its approach in a philosophical approach with a truly humanisic
orientaion.
Key words: Well-being, personal growth, socio-emoional educaion, regulaion.
390 Controversias y Concurrencias Latinoamericanas Vol.11 N.20. abril-septiembre 2020
ALAS - Asociación Latinoamericana de Sociología. ISSN: 2219-1631 | ISSN-L: 2219-1631
Introducción
La educación socioemocional iene como propósito el reconocimiento de
las emociones propias y de los demás, así como la gesión aseriva de las
respuestas a parir de una adecuada autorregulación, lo que favorece las
relaciones sociales e interpersonales, además de la colaboración con otros.
Desde la perspeciva relacional de la Sociología de la emoción1 este proceso cobra
senido en las relaciones sociales precisamente, en el senir de los individuos
y en la expresión de este senir en determinadas situaciones o fenómenos
sociales, en las interacciones con los demás, por lo tanto para Bericat (2000): “la
naturaleza de las emociones está condicionada a la naturaleza social” (p.150).
Como proceso formaivo la educación socioemocional se centra en el
desarrollo y la prácica de la inteligencia emocional y de las habilidades
idenif‌icadas como competencias emocionales o competencias blandas2, que
si bien tradicionalmente han estado asociadas a los rasgos de personalidad
de los individuos, hoy se sabe que gracias a la neuroplasicidad del cerebro,
a estímulos posiivos, esilos de crianza y ambientes protectores, dichas
habilidades son educables o suscepibles de ser desarrolladas. (García, 2018)
Para Rafael Bisquerra (2003): “La educación emocional es una innovación
educaiva que se jusif‌ica en las necesidades sociales” (p.8). Este autor reconoce
también que ésta contribuye al bienestar a parir del desarrollo integral del
individuo, por lo que educar las emociones equivale a educar para el bienestar.
La educación socioemocional pese a ser reconocida como innovación
educaiva al tratar sobre las expresiones de las emociones, no resulta un tema
nuevo; en las culturas de la anigüedad las emociones guardaban estrecha
relación con las virtudes y los vicios; la educación se proponía culivar las
primeras y contener los segundos como principio de una buena formación.
Así en la tradición oriental el taoísmo promovía la calma y los principios
de una vida serena, pacíf‌ica, alejada de la violencia, buscando mantener la
serenidad y quitar poder a aquello que perturbara la tranquilidad; lo que
suponía el manejo de la ira, el miedo y las emociones consideradas negaivas a
través de la contemplación de la naturaleza, además de aprender de la divina
inteligencia del universo (Tao), fuente de todas las cosas. (Yutang, 1949)
1 Los orígenes de la Sociología de la emoción, ienen lugar en Estados Unidos entre 1975 y 1979, con los
trabajos de Arlie Russell Hochschild, Thomas J. Schef, Randall Collins, Theodore D. Kemper y David R.
Heise, y la publicación de los primeros artículos sobre sociología de la emoción en las más presigiadas
revistas de Sociología; sin embargo sigue siendo un campo poco reconocido por las comunidades
científ‌icas. Según Bericat (2000): “Se trata de una sociología aplicada a la amplísima variedad de
afectos, emociones, senimientos o pasiones presentes en la realidad social (…) la mayor parte de las
emociones humanas se nutren y ienen senido en el marco de nuestras relaciones sociales. Esto es,
la naturaleza de las emociones está condicionada por la naturaleza de la situación social en la que los
hombres sienten. Son expresión, en el cuerpo de los individuos, del riquísimo abanico de formas de
relación social.”(p. 150)
2 Según García (2017): “Los términos habilidades del siglo XXI, competencias del siglo XXI y nuevas
habilidades básicas hicieron su aparición a parir de los años noventa (…) El úlimo término en entrar
en escena es el de sot skills, habilidades ‘blandas’ (Heckman y Kautz, 2012).” A decir de Maturana y
Guzmán (2019): “Una clasif‌icación muy recurrente en el ámbito académico y laboral es la que divide
las competencias en dos grupos: blandas y duras (…). Para Olivares (2007, citado por Maturana y
Guzmán, 2019): “en esta estraif‌icación bidimensional las primeras comprometen conocimientos
de especialización, y las segundas habilidades relacionadas con capacidades comportamentales y
elementos socioafecivos. (p.144).”

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