La paradoja burocrática: Algunas reflexiones sobre la independencia judicial y la creación de un Ministerio de Justicia

• Autor: Ramiro Castro
• Páginas: 5-10

LA PARADOJA BUROCRÁTICA: Algunas

reflexiones sobre la independencia judicial y la

creación de un Ministerio de Justicia

Ramiro Castro

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Los disparadores del debate

Desde el mes de junio pasado se viene tratando el tema de la conveniencia

de la creación de un Ministerio de Justicia, debido a que el Comisionado

Parlamentario Juan Miguel Petit planteó los inconvenientes que supone que el

Ministerio del Interior reprima y administre la pena. Posteriormente, en el mes

de agosto, la decisión de cerrar 20 juzgados en el interior del país que tomó la

Suprema Corte de Justicia por razones presupuestales reanimó el debate, pese a

que hoy esta resolución se encuentra en suspenso.

Estos acontecimientos invitan a analizar la utilidad de un Ministerio de

Justicia al menos en dos aspectos, uno referido a la represión y administración

de la pena siendo por lo tanto un asunto de seguridad pública; mientras que el

otro aspecto atañe a la conveniencia de que el Poder Judicial y sus recursos sean

administrados por una entidad que, por tratarse justamente de un Ministerio,

integraría el Poder Ejecutivo.

Respecto a la administración de la ejecución de las penas, los argumentos a

favor de la creación de un Ministerio de Justicia radican en que en todo el

mundo existen, con la función de administrar el sistema penal y

consecuentemente, negociar el presupuesto para la aplicación de las penas con

los demás Ministerios y sin intermediarios. (1) Además, el hecho de que en

nuestro país no contemos con un organismo de estas características, se debe a

una falla estructural consistente en concentrar las atribuciones de reprimir y

rehabilitar en el Ministerio del Interior. (2)

A la ausencia de organismos especializados se suma la falta de recursos

humanos capacitados técnicamente, siendo un buen ejemplo las cifras

aportadas por el Comisionado Parlamentario respecto del sistema de medidas

alternativas, habida cuenta que para las 10.000 personas que lo integran solo

hay disponibles 20 técnicos para realizar el seguimiento correspondiente. (3)

En otras palabras, las de Juan Miguel Petit: «El Ministerio de Justicia puede decir:

Buenísimo que haya patrulleros, puentes y escuelas. Ahora, yo no quiero ir a la Asamblea

de la ONU, a la OEA, al Comité contra la Tortura, etc., y que digan que no tenemos

aulas, que faltan técnicos, que no tenemos gente y que el sistema no tiene contención». (4)

El segundo problema se relaciona con la administración de los recursos

presupuestales que se le asignan al Poder Judicial. El anuncio del cierre de 20

juzgados en el interior colocó en el centro del debate la capacidad del

organismo y la formación de sus funcionarios jerárquicos para administrarlo,

AÑO IV / N° 37 / SETIEMBRE-OCTUBRE 2021