Patricio Sabadini, De entropía y enemigos. Un ensayo sobre derivas hobbesianas, modernidad y discursos de la exclusión
Autor | Pablo Galain Palermo |
Páginas | 279-282 |
279
Recensiones
PATRICIO SABADINI,
De entropía y enemigos. Un ensayo sobre derivas
hobbesianas, modernidad y discursos de la exclusión,
Ed. Contexto, Resistencia, Chaco, 2014.
En este libro, cuya lectura recomiendo, Sabadini da cuenta de que el derecho
penal “del enemigo” —o su rótulo— no es un problema en sí mismo, sino que como
en el discurso de emergencia y del estado policial se esconde detrás de ello, en clave
de la sociología, cómo el derecho responde con defecto de selección a irritaciones de
su entorno. Hoy en día vivimos en tiempos de globalización que abarcan también la
mundialización de los miedos y las formas de reacción ante los mismos. Internet es un
producto básico de este tiempo que no solo nos permite comunicarnos fraternalmente
sino también agredirnos y tratarnos unos a otros como enemigos. El derecho penal del
enemigo es apenas un intento de legalizar esos peligros para limitar las situaciones en
las que se puede llegar a tratar a algunos como enemigos en lugar de como ciudadanos.
El problema de fondo es si en un Estado de Derecho es posible admitir la disminu-
ción de garantías para algunas personas que consideramos como “terroristas” o “meras
fuentes de peligros”, es decir, sujetos que no dan expectativas de comportarse según las
normas de convivencia pacífica en una sociedad local o mundial. Fuera de duda está
que tenemos derecho a defendernos, incluso con todo el arsenal preventivo y punitivo
que tengamos a mano.
El problema es ¿a partir de qué momento y con qué intensidad esta defen-
sa puede ser desplegada sin violar a su vez las bases normativas de la convivencia?
¿Estamos legitimados para disponer de la ley de un modo excepcional para dejar fuera
del sistema de normas generales a quienes sospechamos que pueden llegar comportar-
se de forma indebida en algún momento de sus vidas sin violar el principio constitu-
cional de igualdad ante la ley? ¿Puede la excepcionalidad fáctica justificar excepciones
normativas? El derecho penal del enemigo se nutre de esta problemática y es tan solo
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