Contra el poder de las tiniebles

• Autor: Carlos Diviesti
• Páginas: 33-43

Contra el poder de las tinieblas

Por Carlos Diviesti

Para comprender el devenir del cine argentino en los siete años que

duró el Proceso de Reorganización Nacional (la última dictadura

militar, que actualmente se reconoce como cívico-militar, del 24 de

marzo de 1976 al 30 de octubre de 1983), hay que remontarse, forzosa

y necesariamente, al 24 de diciembre de 1968, cuando el Poder

Ejecutivo Nacional sanciona la Ley 18.019, que en su resumen dice:

«(…) No podrá restringirse en todo el ámbito del país, la libertad de

expresión cinematográfica en cualquiera de sus manifestaciones y cualquiera

sea el medio de exhibición que se utilice, salvo cuando razones educacionales

o el resguardo de la moral publica, las buenas costumbres o la seguridad

nacional así lo requieran, en cuyo caso el organismo de aplicación podrá

disponer prohibiciones y cortes en las películas y colas que sean sometidas

para su calificación en virtud de lo dispuesto por la presente ley. (…)»

Esta ley, publicada en el Boletín Oficial el 7 de enero de 1969, no es

más que la oficialización de la censura en las pantallas del país. Al

respecto, el por ese entonces Ministro del Interior del gobierno del

general Juan Carlos Onganía, Guillermo Borda (1914-2002, jurista

argentino dedicado al estudio del Derecho Civil), se expresaba así en

una entrevista que le realizara el escritor Ernesto Sábato.

«- La obra artística exige al artista realismo y audacia y eso es lo que hay

que resguardar porque, si no, se corre el riesgo de perder la expresión artística

en un país determinado, lo que sería grave. Pero, repito, una cosa es el arte y

otra el comercio con la pornografía; creo que esto último es lo que hay que

atacar. (…) Porque el problema no hay que verlo solamente en la relación

espectador-obra cinematográfica. Si usted lo ve así indudablemente tiene que

estar contra la censura. Porque, ¿quién le puede negar a un hombre libre el

derecho de ver lo que se le ocurre ver? Pero el problema no se plantea en esos

términos: se plantea en términos sociales, en términos de la influencia de esa

ISSN: 2393-7955 -33- AÑO III / N° 27 / SETIEMBRE 2020