Borges y los orientales

Decía Alfonso Reyes que “todo cuanto Borges ha escrito es digno de leerse y conservarse”. Quiero recordar algunos de sus juicios de sus años juveniles sobre distinguidos escritores del Uruguay de aquellos tiempos. Figuran en “Textos recobrados: 1919/1923”, que reúne facetas poco conocidas de su literatura.Sobre su afecto por el Uruguay hemos escrito en estas páginas, pero siempre regresan sus textos con esa mirada a nuestras letras. Veamos, así, textos sobre la poesía y la narrativa de varios autores, que son hoy algunos de nuestros (olvidados) clásicos.En la revista “Síntesis”, en 1927, sobre “El hombre que se comió un autobús”, del poeta uruguayo Alfredo Mario Ferreiro. Dice: “Este libro no es un libro de felicidad, sino de alegría. Yo creo interesarme mucho en la felicidad y muchísimo menos en la alegría, ya que soy poseedor frecuente de esta última y no de la primera...”. Prosigue definiendo al autor como “el único futurista que he conocido”. Y agrega estas elogiosas palabras: “No es, como el orador itálico Marinetti, un declamador de las máquinas ni un dominado por su envión o su rapidez; es un hombre que se alegra de que haya máquinas. También de que haya viento y potros y vidas. Es decir, la realidad le da gusto”.En abril de 1928, en la misma revista, comentó el libro de cuentos de Francisco Espínola,Raza ciega. Define su contenido comocuentos gauchos, aunque de inmediato hace esta aclaración:Mejor dicho, son cuentos de la general pasión humana en ambiente gaucho. Y continúa:En desacuerdo salvador con las habituales muestras insípidas del género criollo, la localización aquí es lo adjetivo y el yesquero, el mate y las quinchas son meros accidentes de lugar y nunca obsesiones. Esa posesión es tiránica: la lectura...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR