Aventuras en la carretera

La epidemia de accidentes de tránsito no cede. Este verdadero flagelo nacional deja casi 600 muertos al año, y cuesta al país decenas de millones de dólares. Esta semana se supo que el 40% de las camas de CTI del Hospital de Tacuarembó están ocupadas por accidentados, la mayoría jóvenes. Pero lo más grave es que la respuesta del Estado sigue siendo pobre.Tomar una ruta nacional en Semana Santa es una experiencia malsana, a menos que usted sea amante del peligro, y de los milagros de la mecánica nacional. Todos los hemos visto; allí ese Renault 12 con el paragolpes atado con un "pulpo"; más acá el camioncito Ford de los 60, cargado con cajones de fruta y una lona a punto de volar; un poco más adelante el histórico Lada con el caño de escape suelto, "chispeando" cada vez que roza contra el asfalto; luego el señor con su venerable Opel Record que zigzaguea por la ruta. Por no hablar del camión de leña con una astilla a punto de quedar por el camino. O del hombre entrado en años y su flamante auto chino, pero con el que circula por la izquierda a 40 km por hora mientras intenta enviar un mensaje de texto. Nada de esto es ficción. Todo fue comprobado en un breve recorrido por la ruta en esta misma semana. Recorrido en el que no se vio un solo móvil de contralor vehicular.Mientras esto pasa en el mundo real, casi al mismo tiempo las autoridades de la Unasev, entidad estatal creada hace siete años para intentar reducir el impacto de los accidentes de tránsito, presentaba su informe anual sobre "siniestralidad". Lejos de reducirse los accidentes han aumentado, lo mismo que las víctimas fatales. La gran esperanza en la reciente reglamentación de una muy demorada ley de Seguridad Vial, que impone mayores exigencias a conductores y vendedores de vehículos. Una ley que, además, ha contado con la oposición casi infantil de algunos jefes comunales del interior. Pero hay algo que no cierra.Nuevamente las autoridades de la Unasev se centraron en su informe en resaltar su combate contra el alcohol y el exceso de velocidad. Incluso el director de Tránsito de Montevideo, Hugo Bosca se felicitó por el aumento de los controles de alcohol y de exceso de velocidad en la capital.Lo primero que cabe decir es que es difícil imaginar dónde se han dado...