«No pedimos dinero sino poder trabajar»

POR STELLA MARIS PUSINO [spusino@elpais.com.uy]Montevideano, de 56 años. Comenzó a trabajar en el acopio de grasas y huesos, apenas terminó el Liceo. Su padre era carnicero y estuvo vinculado a la faena de carne bovina. Luego, con la empresa Octogonal S.A., incursionó en la compra de cebo fundido para abastecer la industria nacional de jabonería, todavía activa en la década del 1980. Como industrial del sector, con varias empresas de la cadena a su nombre, invirtió desde 2007 más de US$ 3 millones en el rescate de la única empresa uruguaya que puede elaborar jabones a nivel industrial y reclama al gobierno medidas que protejan y beneficien la producción nacional. Hasta el año pasado, su hobbie fue el automovilismo. Se dedica ahora a la crianza de caballos pura sangre. Tiene seis hijos, ya adultos.Usted integraba ya el directorio de varias empresas de su propiedad, cuando en 2007 se hizo cargo de Compañía Bao.Sí, es así. Estoy al frente de Octogonal S.A., que comercializa en el exterior sebo y harina de carne; Krol S.A., que los elabora, la refinería de grasas Mundirel S.A., y un molino, Rilomark S.A., que perteneció a Manzanares, en Florida.¿Cuál era su situación cuando accedió a invertir en Bao?Todo marchaba muy bien. En Uruguay, las empresas que se dedican a la exportación de materia prima son rentables. Si se abocan a procesarlas para el consumo interno y para la exportación, ahí ya no lo son tanto. Y esto es lo que me ocurre hoy, hablando de Compañía Bao. Cuando las jabonerías uruguayas dejaron de existir por distintas razones, pero sobre todo porque las multinacionales compraron absolutamente todas las marcas locales, pasé a ser sólo exportador de sebo y vendí durante muchísimo tiempo a Argentina, Chile y Brasil, y a mercados más lejanos, como Europa y África.El sebo uruguayo tiene una virtud muy valorada: es exclusivamente bovino y procede única y directamente de frigoríficos. En el resto del mundo, la materia prima para su elaboración proviene del acopio que, en grandes ciudades con mayores consumos, mezcla las grasas de distintos orígenes y calidades, de cerdo y aves. Esta calidad nuestra, sumada a que no existe una industria nacional que lo insuma, hizo que fuera viable su comercialización en el exterior. Actualmente, el 85% del sebo se exporta sin elaborar.¿Y por esta razón decide invertir en Compañía Bao?Fueron sus trabajadores, sobre todo, quienes me propusieron hacerme cargo del emprendimiento. Al comienzo, me resistí un poco, pero luego...

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