“¡Siga el candombe!”

Gobierno de Bajo Imperio, tripotaje y candombe”. Últimamente, este dicterio de Juan Carlos Gómez (1820-1884) me persigue, asociado al Uruguay de nuestros días: la devaluación de los cargos cívicos y la buena educación perpetrada por el señor Mujica y los suyos; la traslocación de los legítimos institutos de toma de decisiones como el Parlamento o el Poder Ejecutivo hacia minorías altamente movilizadas; el despiste, cuando no la parálisis, de los partidos de oposición y sus líderes, la destrucción del sistema educativo, el despilfarro de los dineros públicos…

En 1872 Gómez dirigía estos calificativos hacia lo que llamó lasimbecilidades del gobierno de [Lorenzo] Batlle (1868-1872) a quien hacía responsable de la debilidad institucional que habría de continuarse en los gobiernos de José Ellauri (1872-1875) y Pedro Varela (1875). A ello se agregaba una profunda crisis económica, luego de una época de bonanza merced a la guerra del Paraguay. Este es el marco de las tres metáforas enunciadas. > > La primera -gobierno de Bajo Imperio- refiere al largo período de deterioro de las instituciones, anarquía militar, división y decadencia del Imperio Romano entre los siglos III y V. Carlos Real de Azúa concuerda con Gómez: la épocapoco tenía que envidiar a la del Bajo Imperio y agrega:Los Caraballo, Máximo Pérez, Nicasio Borges,Goyo Suárez, losbajaes departamentales, enfrentados sin cesar los unos contra los otros pero conjugados siempre en un cuadro de jaque permanente a la débil autoridad legal, ahondan también, a su modo, estevacío de poder al que habrá de sumarse laRevolución de las Lanzas (1870-1872). A modo de ejemplo, fueron célebres los encontronazos de Lorenzo Batlle con el jefe político de Soriano, Máximo Pérez, a quien pretendió destituir y recibió por respuesta esta advertencia:Repito a V.E. que debe morigerarse, pues de lo contrario me he resuelto yo a derrocarlo a balazos. Dice J. P. Barrán:Comunicado el exabrupto […] a la Asamblea General, esta no hizo más quelamentar los acontecimientos, y el batallón de Guardias Nacionales de Montevideo dijo al presidente que estaba dispuesto a permanecerneutral en el conflicto. En lenguaje contemporáneo, el presidente hubiese podido decir resignadamente:¡Qué se le va hacer! No me la llevan. Hoy son los señores que comandan lasbases de lafuerza política y un ejército sindical de Bajo Imperio los que imponen sus normas en el devaluado y fatigado nombre del pueblo.> > La segunda expresión -tripotaje- es...

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