La oficina se transformó en el último bastión de la torre y el monitor

POR DIEGO FERREIRA | dferreira@elpais.com.uyLa laptop le arrebató su reinado indiscutido en el hogar y la tablet es el ícono de moda al punto que parece haberla relegado a la categoría de artefacto arcaico, pero la PC (Personal Computer) aún mantiene un feudo inexpugnable: el escritorio en la oficina.En 2012, se importaron equipos por US$ 12,5 millones, una cifra que superó los US$ 10,9 millones registrados un año atrás, según datos del instituto Uruguay XXI.Cada empresa busca un tipo de computadora adecuada a la actividad que desempeña. No obstante, la estándar por la que suelen optar en el mercado local cuenta con un procesador potente (i3 o i5), disco duro de 350 o 500 Gigabytes (Gb) y memoria ram de al menos 4 Gb. Al igual que los usuarios hogareños, más del 90% de esos equipos opera bajo el sistema Windows de Microsoft.A cambio de una PC de marca con esas prestaciones, la empresa deberá pagar entre US$ 600 y US$ 900, según sostuvieron varios proveedores de clientes corporativos.El monitor conlleva un gasto extra. Un LCD o LED de 19 pulgadas se puede conseguir a precios que van desde US$ 110 a US$ 250.Aunque el de tubo es considerado una pieza de museo, hay quienes aún lo compran por su bajo costo.Lo que las empresas buscan en general es un «equipo robusto que cumpla con su cometido», definió Fernando Martínez, especialista de producto de Composystem.Óscar Castagnola, del equipo de ventas de la firma Arnaldo Castro, apuntó que «quieren una estación de trabajo que sea estable y no genere problemas» así como una buena garantía, que generalmente es por tres años.Estas prioridades difieren de las del consumidor retail, menos preocupado por la marca que por tener un equipo que soporte los requisitos del videojuego de moda. «Cada vez que sale un juego nuevo va a necesitar más requerimiento de hardware y software y eso va empujando a la gente (a una nueva computadora)», dijo...