Entre el porro y el gorro

Uruguay se coloca en la vanguardia mundial". Así titulaba un semanario afín al gobierno, haciendo referencia a la legalización de la marihuana aprobada en Diputados. Un ataque de fervor patriótico que, si bien de acuerdo a las encuestas no parece ser compartido por la mayoría de los uruguayos (ni siquiera de frenteamplistas), se puede comprender viendo cómo la noticia puso al país en la portada de los principales medios del mundo. Y que aquí también mandó a páginas interiores temas incómodamente tercermundistas, como el conflicto en la educación, el derrumbe de un edificio en pleno centro de la capital, y la noticia de que el Ministerio del Interior gastará 2,3 millones de dólares en renovar el vestuario de nuestros policías. Entre lo que se destaca la compra de 4.552 kepis negros, grises y beiges.Después de tantos cambios, tantas idas y vueltas, se entiende que la gente no tenga idea cierta de qué es lo que finalmente ha votado el Parlamento, pero una mirada rápida al proyecto permite sacar algunas conclusiones. Primero, no hay vestigios de las colillas con seguimiento satelital que había anunciado nuestro presidente en la CNN internacional. Tampoco de los enormes invernaderos y plantaciones a cargo del Estado. Aunque sí queda consagrado uno de los puntos más polémicos: la creación de un registro obligatorio para consumidores y cultivadores. Una de las cosas que deja en evidencia un espíritu que exuda el proyecto que parece basarse más en un paternalismo estatal exacerbado, que en una apuesta a la madurez de los ciudadanos. Ya lo dijo el presidente Mujica con su habitual profundidad de conceptos: "Que nadie piense que con esta ley va a ser un viva la pepa".Esa sensación que se consolida cuando en la misma semana se lanza un proyecto sobre alcohol, con detalles barrocos como prohibir que después de las 10 de la noche, los "deliveries" le lleven una cerveza a su casa con ese pedido de pizza de final de la jornada.Otro detalle interesante del proyecto "verde", y que ilustra mucho sobre la forma de ver el mundo que lo impulsa, es que de los 43 artículos que lo componen, solo 12 tratan directamente sobre el tema. Los primeros cinco incluyen algunas declaraciones de intención bastante discutibles (alguien podría decir ingenuas). Y los últimos 26 se dedican a crear una densa...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR