Los jueces o la Policía

El ministro Bonomi pretende desplazar a la Justicia en el manejo de las salidas transitorias de los reclusos. Es preocupante. La grave situación de inseguridad que enfrenta el país obliga a extremar controles en todos los aspectos vinculados al delito.Se podrá decir que la lucha en las calles la libra -con éxito relativo- la Policía, pero la responsabilidad por las sanciones o penas que se apliquen a aquellas personas detenidas no son de su resorte, sino del Poder Judicial.Son los jueces los que determinan los delitos de quienes son aprehendidos y evalúan, en base a antecedentes e informes técnicos, el grado de peligrosidad que tienen los imputados para la sociedad. Son los que deciden si hay causa (semiplena prueba) para procesar, son los que tipifican el ilícito, son los que establecen la condena, son los que resuelven en los casos de libertad provisional y son los que entienden en todos los sucesos que afectan a esas personas desde su procesamiento. El control y la seguridad material del preso la tiene, obviamente, la Policía, pero desde el punto de vista jurídico, la responsabilidad es del juez.La privación de libertad, que afecta a uno de los derechos fundamentales de los ciudadanos, solo puede aplicarse por decisión judicial, en los límites establecidos por ella. Y solo puede revocarse o atemperarse por la misma autoridad que, en nuestro país, ha sido ejemplo de honestidad y rectitud. Los casos de corrupción que la han afectado son muy pocos y en los últimos años -para no remontarnos demasiado- sobran los dedos de una mano.La polémica se instaló a instancias del Ministerio, que transmitió su aspiración a decidir directamente y con prescindencia del Poder Judicial, el tema de las salidas transitorias de los presos. Un tema que más de una vez se ha convertido en un escándalo, porque son utilizadas para cometer nuevos delitos, que agravan peligrosamente la situación de inseguridad. Por algo ese régimen, que fue estatuido en la dictadura, se modificó en el año 1990, tras una serie de casos de corrupción policial que derivaron en salidas transitorias de los reclusos para cobrar "coimas". Y, en materia de seriedad y cristalinidad, es muy superior y da muchísimas más garantías el Poder Judicial que la Policía. Se podrá equivocar, pero es difícil que el error sea por otra causa ajena a la falibilidad...