Decisión histórica

Octubre empezó con una sorpresa: en la primera sesión del mes, la Cámara de Representantes aprobó la creación de la Universidad de la Educación, una institución llamada a ejercer el monopolio de la formación docente en el sector público.Este desenlace parecía poco probable hace unas semanas. La UNED es un ente autónomo, de modo que su creación requiere una mayoría de dos tercios en ambas cámaras. La bancada oficialista no los tiene. Además, en los días previos circuló una carta firmada por connotadas figuras frenteamplistas (en general vinculadas al vazquismo) que hacía críticas demoledoras al proyecto. Poco antes, la Asamblea Técnico Docente nacional de Formación Docente había emitido una declaración hostil. También se escuchaban críticas en la Universidad de la República, especialmente en la Facultad de Humanidades de Ciencias de la Educación. Y, sobre todo, no había apoyo público de nadie. Cuando el debate empezó, las barras estaban vacías.Pese a estas señales adversas, el proyecto fue aprobado en Diputados. Los dos tercios se alcanzaron porque el Frente Amplio no tuvo disidencias y se sumaron los votos del Partido Colorado. Un proyecto alternativo sólo fue votado por los representantes del Partido Nacional.El proyecto tiene media sanción, pero todavía no está aprobado. El segundo paso consiste en obtener los dos tercios en la Cámara de Senadores. Asumiendo que el Frente Amplio va a aplicar una vez más el brazo de yeso, esto hace caer una gran responsabilidad histórica sobre la bancada colorada.El texto aprobado en Diputados es muy malo. Si esa universidad llegara a existir, sólo podemos esperar más corporativismo, más endogamia, más burocracia y más politización. Así lo augura la multiplicidad y superposición de órganos...