Los años son benevolentes con Djavan

Djavan ofreció el miércoles un concierto de dos horas en el Auditorio Nacional del Sodre donde recorrió el contenido de Rua dos amores, su primer disco de inéditos desde 2007. Por su energía en escena cuesta creer que haya cumplido 65 años.El tiempo ha sido benevolente con Djavan, un músico que se caracteriza por haber escapado de todos los "ismo". Ni el tropicalismo, ni el bossanovismo, ni el sambismo, ni el tribalismo. Lo suyo es un camino individual en el que no admite intermediarios, por eso desde hace una década ya ni siquiera puede trabajar con un productor artístico. Prefiere hacerlo todo: la letra, la música, los arreglos y la producción.Su marca personal deleitó a los uruguayos el miércoles, en un Auditorio que a pesar de conservar algunas butacas vacías en la platea, celebró con entusiasmo durante dos horas el repertorio que se paseó por Rua dos amores y varios de sus clásicos."Quiero que esta noche sea alegre, feliz, sensual", dijo al público, delgado, con su cabello rizado cayendo sobre el rostro y vestido con traje oscuro. Djavan, que por momentos se colgó la guitarra y por otros prefirió usar un micrófono inalámbrico para bailar y moverse por el escenario, demostró que sólo tiene 65 años en el documento de identidad. De hecho, sobre el final del espectáculo invitó a los presentes a agolparse contra el palco como si se tratara de un concierto de rock (él arengó a sus fans y hasta les dio un apretón de manos a los que se encontraban en la primera hilera).El concierto empezó a las 21:30 horas con Rua dos amores y continuó con Pecado, también de su último álbum. De esta producción interpretó Já Não Somos Dois, Vive, Anjo de Vitrô, Bangalô y Ares Sutis.Uno de los momentos mágicos del recital llegó con la melancólica Oceano, que Djavan estrenó a fines de los `80 y que inspiró al público a convertirse espontáneamente en un coro afinado conformado en su mayoría por voces femeninas. Ese fue uno de los mejores piropos que el artista recibió en su paso por Montevideo.Después de una larga gira acústica con Aria, Djavan -que canta igual que hace treinta años- regresó con un show eléctrico, acompañado de grandes músicos con los que ya había trabajado en otros tiempos y a quienes volvió a reclutar para este proyecto, además de su hijo Max Viana en guitarra. El invitado inesperado fue Hugo Fattoruso...

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