Absuelto tras cinco años preso: 'Perdí mi juventud en el Comcar'

"El Comcar es un horror, allí perdí casi cinco años de mi juventud", dijo a El País Jhonatan Farías, un exrecluso que fue absuelto hace dos meses por el Tribunal de Apelaciones de haber cometido dos rapiñas.Farías trabajaba en un puesto de feria. A principios de 2009, cuando regresaba del trabajo a su casa en Los Bulevares, fue detenido por una supuesta venta de repuestos de motos robadas. No se le imputó ningún delito en ese momento.Tres meses más tarde, el 21 de mayo de 2009, fue nuevamente detenido por esa causa y llevado al Juzgado de 10° Turno. Resultó procesado por una rapiña cometida a un cyber y un supermercado. Sin embargo, hubo "deficiencias" en el proceso penal, según el fallo del Tribunal de Apelaciones de 4° Turno al que tuvo acceso El País. (Ver nota aparte).Farías perdió a sus padres antes de ir a prisión. Para poder mantenerse en el penal, vendió su casa en Los Bulevares y todos los muebles.El fallo señala que, en la rapiña al cyber, Farías se encontraba en el comercio como cliente y fue acusado por la dueña "en forma errónea".En tanto fue involucrado en la rapiña al supermercado por una testigo en el mismo momento en que trabajaba en un puesto de venta de frutas y verduras, agrega el dictamen.Del fallo del Tribunal de Apelaciones también se desprende que el autor de la maniobra con repuestos de motos robadas fue protagonizada por su hermano menor de edad.Jonhatan, quien carecía antecedentes penales, fue derivado a Cárcel Central tras su procesamiento. Allí pasó cinco días en una celda de cuatro por cuatro metros con otros 16 internos, dijo.Luego pasó al Comcar. "El primer día me acosté a dormir en un suelo inundado con un colchón finito. Para mí era como una pesadilla. Al otro día, estaba acostado con los ojos cerrados y siento caer el ruidito del agua de las cloacas. Ahí se me cayó la ficha de que estaba en la cárcel", dijo.Al principio se deprimió. Luego trató de vivir "el día a día" con la esperanza de que le llegaría la libertad, que todo era un error.Una de sus tías creyó en su inocencia y contrató a la abogada penalista Carolina Bautel Menafra para que presentara una apelación."Todos los días pensaba que me iría de la cárcel en cualquier momento. Seguí pensando así hasta que debí firmar mi condena por siete años por dos rapiñas. Ahí me preparé para enfrentar esa pena", relató."En la cárcel no te dan nada. La comida es un desastre", dijo.Tras el fallo del Tribunal de Apelaciones, su abogada, Carolina Bautel Menafra, iniciará una...

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