Se acabó el recreo

Durante el juego el golero cuenta con ventaja reglamentaria. Además de sus pies puede utilizar las manos. Como los jugadores de campo no pueden hacer lo mismo es de esperar que saque ventaja de ello.> > En el penal los papeles se invierten. El delantero que patea tiene ventaja puesto que el arquero está a su merced. Lo esperable es que esa ejecución sea gol y no por eso quien lo convierte será destacado. Todos esperan que cumpla con el trámite. Ahora, si el arquero ataja será el héroe.> > Al gobierno actual le tocó el papel de golero. Como todos debe haber soñado con jugar al ataque, de número nueve o diez. > > Las circunstancias lo mandaron al arco a atajar penales.> > El primero se lo pateó el coronavirus. A quince días de asumir. > > El segundo, la baja de la economía derivada de la pandemia. > > A esos se sumó la herencia del gobierno anterior: desempleo en crecimiento, déficit fiscal del 5%, falta de inserción internacional, inseguridad tremenda, enorme rezago en los indicadores educativos y muchos otros problemas.> > Era difícil atajar esto. Sin embargo, empezó a parar todas las que le pateaban.> > Al penal del coronavirus lo sacó al córner con la atajada de la adquisición de vacunas, primero, y vacunación de gran parte de la población, después. > > Desde la oposición no se conformaron y, desde la tribuna, gritaron que las vacunas se tendrían que haber conseguido antes, había que cerrar las actividades y muchas cosas más.> > Pidieron Var y se quedaron con las ganas. > > La comparación con lo que están haciendo sus ídolos en Argentina y otros países los dejó mal. Todos los uruguayos sabemos que fue tremenda atajada y las críticas frenteamplistas no hacen más que confirmarlo.> > Después vino la baja de la actividad económica. Se frotaron las manos. "Esta sí que no la ataja", pensaron seguramente mientras pedían cuarentenas, toques de queda y otras medidas que provocan recesión y más desempleo.> > El gobierno volvió a volar de palo a palo y les contestó con la libertad responsable. Les dijo que no podía prohibirle trabajar a quien tiene que salir a ganarse el pan todos los días. Que aunque tenue había que mantener la llama de la economía prendida. > > Mientras hacía esto aumentó los apoyos a los mas vulnerables, fijó aportes extraordinarios a los sueldos altos del Estado y creó un plan de empleo directo.> > Con la excepcional gestión del inolvidable Jorge Larrañaga, hoy seguida por el sobrio y experiente Luis Alberto Heber, empezó a...

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