Acerca de igualdad de oportunidades: lo que el distribucionismo olvida

jorge caumontEste contenido es exclusivo para suscriptores> > El ingreso que recibe una persona por su trabajo cualquiera que este sea, es un flujo y la riqueza que pueda generar por la acumulación de saldos no gastados de esos flujos, es un stock. En el lenguaje de muchos políticos "distribucionistas" la diferencia entre ambos conceptos parece no existir, pues aluden a ambos de manera indistinta, como si esa confusión fuera irrelevante. Y no lo es, pues en uno y en otro caso los instrumentos para lograr mejorar a cada uno de ellos son diferentes.Distribución del ingreso> > El ingreso de una persona es un flujo que consiste en el valor agregado que ella genera al desarrollar su actividad, por lo que el ingreso personal se desprende de lo que hace cada uno. El ingreso resulta más alto para aquellos que trabajan en las tareas económicas que más valora la sociedad a través de su demanda por bienes y servicios, algo que se refleja en el sistema de precios y en la demanda derivada de trabajo y capital. Y también resulta de la eficiencia con que esa persona desarrolla dicha actividad. El ingreso que se puede lograr en esas tareas económicas, es el incentivo para invertir en capital humano, en educación, en capital material y en tiempo. > > Lograr ese ingreso implica un sacrificio de tareas alternativas, incluido el ocio como negación del negocio. > > En la base de esa carrera por ingresos que tienen todas las personas, es condición necesaria la igualdad de oportunidades. La evidencia empírica muestra que esa condición, si bien necesaria, es muy esquiva. El gran problema de la desigualdad de ingresos y, en definitiva, de la desigualdad distributiva y patrimonial, deriva en gran medida de una clara desigualdad de oportunidades. Hay excepciones de personas que la pueden superar por azar o por capacidad personal, pero son excepciones.Por razones de condescendencia social y por otras vinculadas con la necesidad de financiar instituciones que desarrollan actividades redistributivas, es que se emplean instrumentos de la política fiscal con fines distintos al macroeconómico. En nuestro país, la tributación y el gasto del gobierno central, de las empresas públicas y de los gobiernos departamentales se orientan en mayor o menor medida a mejorar la distribución del ingreso, pero no a lograr la igualdad de oportunidades. La eficacia de esa tributación y de ese gasto deja mucho que desear, ya que en el camino para alcanzar sus objetivos no repara si los...

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