Advierten freno en la negociación por transbordos con Argentina

A pesar de las buenas intenciones del gobierno uruguayo, en el ámbito privado se señala que las negociaciones para dejar atrás las trabas portuarias entraron nuevamente en una etapa de estancamiento.

A puro vaivén continúa la relación política y comercial de los gobiernos de José Mujica y Cristina Fernández. En esas idas y vueltas, comienzan y se enfrían negociaciones entre representes de las cancillerías que, como puntos neurálgicos, tienen para resolver la prohibición a barcos argentinos de realizar transbordos en puertos uruguayos y las trabas a las importaciones que mantiene el gobierno K que perjudican el ingreso de mercadería uruguaya en el país vecino.

En las últimas semanas, gobernantes transmitieron a empresarios uruguayos que la situación tirante con el gobierno argentino habría cambiado. Hablaron de una lista de "países amigos" que tenía la administración K a la cual habría vuelto Uruguay, producto de una serie de contactos diplomáticos. Pero lo cierto es que esos avances aún no se han dado a conocer públicamente. Es más, fuentes que están al tanto de esas negociaciones aseguran que retornaron a punto muerto.

De los dos inconvenientes antes señalados, el que más preocupa al gobierno de Mujica es la prohibición de los transbordos marítimos dispuesta el 7 de noviembre pasado por la subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de Argentina.

La traba ya ha provocado fuertes pérdidas en la actividad portuaria y mantiene una amenaza latente de que el perjuicio sea más serio en caso de extenderse en el tiempo.

Las fuentes consultadas dijeron a El País que los contactos en ambas orillas iban bien encaminados y hasta se vislumbraba una solución para el problema portuario o, al menos, alguna medida que paliara los impactos negativos. Pero hubo un hecho que volvió todo a fojas cero.

El 10 de febrero, el ministro de Economía Mario Bergara realizó comentarios sobre el gobierno y la economía argentina. Sostuvo que la economía argentina había dejado de ser estable y previsible. "Ese es principalmente el problema hoy, que hay muchas decisiones económicas que seguramente están un poco detenidas porque no está claro el rumbo, esto de anunciar una medida un día, desarmarla al día siguiente, no está muy claro quién está al mando ni la lógica de conducción; no las personas sino la orientación de la política económica", dijo el ministro en una entrevista con el programa En Perspectiva de radio El Espectador.

Días antes a esa entrevista, en varias...

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