Una agenda muy nutrida para 2012

JAVIER DE HAEDOTodo parece indicar que 2012 va a ser un año movido. Más allá de la macro, con cuyas peripecias alcanzaría para entretenerse, por lo que viene desde afuera, se ha ido forjando una agenda de temas de diversa índole y todos, de gran interés público y, seguramente, con posiciones enfrentadas en nuestro mundillo político.En la macroeconomía, hay incertidumbre y riesgos provenientes del exterior. Lo de Europa seguirá sin terminar de resolverse por un tiempo y cuando ello ocurra, en el mejor de los casos será algo parecido a un motor apagado. En Estados Unidos la actividad se recupera pero el año electoral amenaza con dejar establecida una suerte de empate sin capacidad para tomar decisiones. Para nosotros es más relevante qué sucede con las economías emergentes, en cuyas cabezas más visibles, China e India, no es oro todo lo que reluce (del recalentamiento a la desaceleración, bancos con activos de mala calidad). Y nuestros referentes más importantes ya no son los de años anteriores: Brasil, creciendo en torno al 3% y con un dólar que ya no está en 1,55 y bajando sino en 1,80 o arriba, y Argentina, que volvió a escena necesitando ajustar su economía y reiterando macanas tradicionales que no nos serán indiferentes.Por casa andamos en general bien, ya no tenemos la rigidez cambiaria de otrora pero ahora tenemos rigidez en el mercado laboral; se han abatido las vulnerabilidades que antes nos condenaban a estar al borde del abismo ante cada crisis, porque se desdolarizó la deuda pública, pero tenemos déficit fiscal a pesar de que el gasto privado vuela. Además estamos blindados financieramente por dos años. Le tengo más miedo a lo que pueda venir de Argentina que a lo que nos pueda deparar el resto del mundo, porque nuestras exportaciones a Argentina las hacemos fundamentalmente dentro de nuestras fronteras y son intensivas en trabajo e impuestos.Más allá de lo macro, hay una enorme y bien interesante agenda. Empezando por lo que sucede con la enseñanza pública que, por sobre todo, implica saber quién manda en nuestro país: si las autoridades que elegimos cada cinco años, o las corporaciones. El pronóstico no es bueno en un país donde éstas suelen definir la agenda de la política y por lo general se salen con la suya. Encima, ahora, quienes dirigen corporaciones y política son compañeros. Para colmo, casi todos los que más saben del tema y deberían escribir la agenda, están fuera del ámbito de influencia en la política. Mientras tanto, el tiempo pasa...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR