Agitado cambio de timón

El Banco República tiene, finalmente, nueva conducción y sigue navegando. Se trata de un tema trascendente, ya que hablamos de la principal entidad bancaria del Uruguay, y que desde su fundación en 1896 ha sido el gran socio de la producción nacional.Si bien el nuevo equipo directriz es técnica y humanamente preparado y solvente al extremo, todo el toqueteo y los tejemanejes que hubieron en los últimos tiempos en torno al BROU justifican comentarios preocupantes.Para empezar, flaco favor le hace al prestigio de la institución, y en general al del sistema bancario nacional, los desembozados manejos políticos a la hora de elegir a sus directivos. Desde hace días que se manejan nombres, se manosean reputaciones, y se hace una lucha política menor en filas del oficialismo a la hora de designar a la cúpula del BROU. Se sabe que el vicepresidente Astori quería nombrar a determinada persona, que el presidente Mujica prefería a otra, y que hubo enconados debates hasta que se llegó a una solución de "consenso". Lejos de ser la primera vez que esto sucede, ya a la hora de nombrar el directorio saliente ocurrió algo parecido, con Mujica que insistía en ubicar en el BROU a una figura de su confianza personal (el hoy embajador en Argentina Guillermo Pomi) y Danilo Astori que se oponía en base a un acuerdo pre electoral que le otorgaba de hecho la conducción económica del país.Aunque nada tan explícito como lo de Mujica dos días atrás, cuando con ese tono de voz ceremonial y metafísico, anunciaba que el nuevo presidente era votante del Frente Amplio.La primera pregunta que surge ante esto es ¿Y qué? ¿A quién le importa a la hora de designar a quien debe conducir el principal banco del país lo que esa persona pone en la urna cada 4 años? Lo que debería importar es su solvencia profesional, técnica, moral. Pero vamos más allá, ¿qué quiere decir esa guerra bajo cuerda a la hora de elegir las autoridades del BROU? ¿Qué cuota de poder otorga eso? ¿Acaso se está sugiriendo que las decisiones estratégicas del banco son susceptibles a influencias no ya partidarias, sino de sectores de un partido político? Nada de eso parece ser buena señal para los miles de clientes de esa institución, que son de todos los partidos y de todas...