Los ajustes tras la reelección

La economía argentina creció a un ritmo no menor al 8,5% anual en los primeros tres trimestres de este año tras hacerlo a una tasa promedio similar en cinco años anteriores con excepción de 2009.Los aumentos de salarios han superado a la inflación real, no a la oficial y el aumento de la capacidad de compra de las retribuciones laborales se ha complementado con una caída muy significativa del tipo de cambio real, que ha permitido adicionar capacidad de compra de bienes transables, tanto exportables como importables. Los precios internacionales de los commodities agrícolas han tenido un comportamiento, hasta hace relativamente poco tiempo, que ha permitido recaudaciones muy importantes de los tributos a sus exportaciones. Se agregó a ello la decisión oficial de terminar con el régimen privado de las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones y de retornar la recaudación que ellas efectuaban al ámbito público. También se sumó al fisco el aporte tributario -en realidad las contribuciones en dinero- de los bancos oficiales.Estas acciones permitieron una multiplicación por diez del gasto público en menos de ocho años. Entre esos gastos están las erogaciones por sucesivos planes de apoyo pecuniario a ciertos sectores de la población y los subsidios a numerosas actividades para evitar que suban sus precios, aunque de todos modos la inflación real estimada entre 20 y 30% en los últimos tres años, ha sido superior al 8-9% que indica el gobierno. Con la inflación real en esos niveles, validada por fuertes variaciones anuales en la cantidad de dinero, hoy en 40%, y reprimida con numerosos precios máximos y con el tipo de cambio nominal subiendo a un ritmo sumamente menor, la competitividad ha declinado fuertemente. Esto ha llevado a nuevas distorsiones, en este caso comerciales, y se han prohibido de hecho importaciones, se ha entrado en la moda del intercambio compensado y se desconoce, se pasa por alto de manera creciente lo pactado en el Mercosur sobre el intercambio comercial de bienes.Esa realidad, que será difícil mantener en el futuro tras las elecciones de la semana pasada, es lo que ha permitido la reelección presidencial de Cristina Fernández. Su triunfo, con más del 53% de los votos ha sido sumamente amplio; el segundo candidato más votado no ha llegado al 18% del total de los sufragios. En consecuencia, más de la mitad de los electores argentinos espera que la presidenta les guíe, económicamente, del mismo modo y con los mismos o mejores...

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