Alarmante

La rápida reacción del gobierno uruguayo ante el fallo de la justicia estadounidense en favor de los tenedores de bonos argentinos que no aceptaron la reestructura de los pagos, es por lo menos alarmante.Varios días antes de que el Mercosur respaldara a la Argentina, ya se habían expresado en el mismo sentido Mujica y Astori. Quizás se busque generar un mejor clima para morigerar las posibles represalias argentinas en el diferendo por UPM, lo que sería comprensible. Puede alegarse también que se venía un pronunciamiento del Mercosur al que Uruguay no podía oponerse y por eso el gobierno tomó la delantera. Así y todo, el respaldo es insostenible, en lo jurídico tanto como en lo financiero. Según Astori, el fallo "genera un precedente nefasto para los países que quieren cumplir con su compromiso de deudas en su reestructura". La reflexión parece razonable pero encierra una trampa: la reestructura de la deuda argentina es la consecuencia de una negociación emprendida luego de que el emisor se declarara, con algarabía, en default. Es el camino opuesto al recorrido por Uruguay ante situaciones similares. Cualquier gobierno puede enfrentar una coyuntura que le impida honrar sus deudas, pero mal puede pretenderse que tales circunstancias constituyan un salvoconducto para no pagar. De modo que lo primero está primero: los contratos son ley entre las partes y el que se compromete a pagar, debe hacerlo en tiempo y forma. Cualquier Estado es soberano para emitir bonos como lo es para no hacerlo. De modo alguno puede...