All you Need is lab

Con máquinas cortadoras de láser y hasta impresoras 3D, la tecnología de última generación está al servicio de la invención en los Fab Lab.ynbsp;Nacieron como un brazo ejecutor de las ideas y teorías que circulan en el famoso Media Lab del MIT y hoy se esparcen como hormigas por el mundo. Generan nuevos talentos, promueven la cultura libre y colaborativa, y, a semejanza de una gigantesca cocina industrial, amasan la harina con la que se cocinará nuestro futuro digital. Son los Fab Lab, abreviatura de «Fabrication Laboratory».Se trata de fábricas digitales de objetos físicos, equipadas con tecnologías de última generación que tienen como objetivo principal la invención, pero también democratizar el acceso a la fabricación personal y colaborativa. En otras palabras, apuntan a generar espacios y oportunidades en forma de talleres, donde cualquiera que esté interesado pueda llevar adelante ideas y proyectos, propios o ajenos.Surgieron a principios del actual siglo por impulso del físico Neil Gershenfeld, profesor y director del Bits yamp; Atoms Center del ya legendario Massachusetts Institute of Technology (MIT). Mediante su profético libro When Things Start to Think (editado en español con el título Cuando las cosas empiecen a pensar), Gershenfeld fue uno de los pioneros en instalar el concepto de «Internet de las cosas», de los objetos conectados.Poco a poco, pero sin pausa, los Fab Lab se expandieron y ya hay más de 320 en 40 países. Todos están nucleados en la Fab Foundation, cuya misión principal, según su sitio www.fabfoundation.org, es «favorecer la creatividad de cualquiera que quiera fabricar algo compartiendo herramientas, proyectos, programas y procesos con otras personas, siempre en el marco de una filosofía abierta y colaborativa». Aquellos que quieran sumar su laboratorio a la red oficial deben hacerlo siguiendo ciertas reglas básicas, entre las que se cuentan compartir con los demás sus conocimientos, los manuales de instrucciones y otras normas básicas de convivencia, como limpiar y ordenar el laboratorio y no fabricar nada que pueda dañar a personas, animales o máquinas.Argentina ya tiene tres Fab Lab «oficiales», los tres en Buenos Aires. Uno de ellos funciona en el Centro Metropolitano de Diseño (CMD), construido por el Gobierno de la Ciudad y dirigido por Enrique Avogadro, subsecretario de Economía Creativa. «Es el primero gratuito y abierto para que todos los vecinos de la ciudad puedan transformar las ideas en proyectos concretos, que es...

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