Argentina a semifinales

H ay partidos en los que la pelota no entra. Lo intentan de todas formas, pero parece imposible marcar un gol. El paso de los minutos y las frustraciones acumuladas tiran abajo el ánimo del protagonista y engrandecen al dominado. El partido de ayer entre Argentina y Colombia fue uno de esos. Durante los 90 el partido fue igual, ataque argentino y defensa colombiana, que tuvo en su arquero, David Ospina, la estrella de la noche. Argentina comenzó presionando, imponiéndole ritmo al partido desde el primer minuto. No demoró en transformar ese ritmo en ocasiones de gol. A los 5 Messi tuvo el primero, definió a un palo y el arquero colombiano la mandó al córner. En ese tiro de esquina también lo tuvo Garay, pero cabeceó arriba. Argentina, de la mano de un Messi encendido lo intentó de todas formas. Combinaciones por izquierda entre Rojo y Di María y no pudo, Biglia también intentó pero no lo logró. Hasta Zapata, defensor cafetero, remató hacia su arco, pero todas las pelotas terminaban en las manos de Ospina. La máxima frustración ocurrió a los 25 cuando el arquero colombiano atajó un disparo a Agüero y cuando parecía vencido, le negó el rebote a Messi . Mientras el golerocafetero salía en todas las fotos, Romero descansaba en su arco; en el primer tiempo Colombia no remató. El segundo fue más de lo mismo. Argentina propuso y Colombia resistió. Ospina se consolidó como la figura del partido, pero en las que lo vencieron, sus compañeros le cuidaron la espalda; en dos oportunidades sacaron la pelota de la línea. Y aún cuando ningún jugador pudo evitar el gol, lo hicieron los palos. Argentina estrelló dos disparos en los postes. Romero, de nula actividad en el primer tiempo, recibió dos remates sin mucho peligro en el segundo. El partido terminó empatado y Colombia soñaba con la hazaña en los penales.Jugamos ante un cuartofinalista del Mundo y no nos tiraron al arco, dijo Martino antes de los remates desde los doce pasos. En el partido Argentina fue más y mereció la clasificación, pero en el fútbol gana quien marca más goles, no quien lo merece. El fantasma de la eliminación de la última Copa América y la gran actuación del portero colombiano hicieron pensar en el batacazo cafetero, pero no se dio. Cada equipo remató siete penales y la albiceleste fue más efectiva. Marcó cinco, mientras que Colombia metió cuatro. Tévez, villano en 2011, se vistió de héroe, marcó el último penal y selló el pasaje a semis. La selección de Martino...

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