El artista a la hora del crepúsculo

Hay por supuesto una larga tradición cinematográfica de biografías de artistas. "Renoir", film protagonizado por Michel Bouquet que se estrena mañana en Montevideo, se instala en ella.El film dirigido por el francés Gilles Bourdos se ocupa solamente de un pequeño trozo de la trayectoria de Pierre-Auguste Renoir. La acción se ubica hacia 1915 en la Costa Azul, donde el artista vive el último trecho de su vida y el duelo por su viudez, y puede ser leída como un extraño triángulo. Entre Pierre-Auguste (Bouquet) y su hijo Jean, luego famoso cineasta (Vincent Rottiers) se interpone la joven Andrée Heuschling (Christa Theret), que fue la última modelo del padre y la primera actriz del hijo.De Heuschling, el director Bourdos ha dicho que fue "la única mujer que ha estado al mismo tiempo en el museo de Orsay y en la Cinemateca Francesa". De la película en sí misma se ha afirmado que constituye "un film complejo e impecable sobre la creación artística, la transmisión de valores, y a ratos incluso sobre la historia de Europa entera en el que se aborda la pasión por las mujeres y el conflicto generacional de dos hombres que en realidad se parecen mucho".De hecho, fue el descubrimiento de la existencia de Heuschling lo que empujó a Bourdos a hacer la película. "Me gusta mucho perderme en los museos, y un día en el Met en Nueva York, casi por casualidad, me topé con una sala donde había obras de Cézanne y Renoir", ha explicado el director. "Allí me di cuenta hasta qué punto en mi fascinación había un sentimiento de identidad. Yo crecí en el Mediterráneo, en Niza, en el centro del impresionismo. Porque en Niza lo que hay es pintura. Ahí están Matisse, y también Picasso. Fue una sensación muy fuerte y leí mucho sobre ambos"."El segundo momento mágico fue cuando descubrí a Andreé Heuschling, porque ella me daba la clave para hacer la película", continúa Bourdos. "Por fin tenía una historia que además me permitía relacionar la pintura y el cine cono ese padre e hijo".Como casi toda dramatización basada en hechos reales, la película combina realidad y ficción. No existe, por ejemplo, una información precisa de cómo se conocieron Andrée y Renoir. Mucho de lo que se cree saber al respecto proviene de cosas que contó Jean, que era un formidable narrador y (acaso por eso mismo) un famoso mentiroso.Hay, por ejemplo, una leyenda que asegura que la mujer se presentó primero ante Matisse, pero que cuando éste la vio dijo: "No es un Matisse, es un Renoir". Pero no deja de ser una...