Avanzando a todo vapor

Los primeros pasos del gobierno que asumió el 10 de diciembre han sido vertiginosos. La estrategia parece ser resolver rápido el problema fiscal, corregir algunos de los desequilibrios de precios relativos heredados, licuar parcialmente los pasivos en pesos del BCRA y avanzar con reformas estructurales.Los tres primeros son requisitos previos para lanzar un programa de estabilización. No es posible reducir la inflación si antes no se elimina una de las fuentes principales de emisión, que es el desequilibrio de un gobierno que carece de financiamiento genuino. Sin embargo, el paquete anunciado por el equivalente a 5% del PIB tiene algo de rusticidad y depende parcialmente de la aprobación del Congreso.La combinación de impuesto PAIS a las importaciones y retenciones a las exportaciones genera un sesgo antiexportador porque se paga un tipo de cambio efectivo superior en las compras de insumos o bienes de capital que el que se percibe por las ventas al exterior. La posibilidad de vender el 20% en el CCL morigera el sesgo, pero no lo elimina. Además, algunas de las reducciones previstas de gastos requieren de una licuación adicional a la ya observada durante el año 2023, que son más difíciles de sostener en el tiempo que las reducciones de cantidades.En el proyecto de Ley enviado al Congreso a finales de año se incluyó el aumento de retenciones, una moratoria, un blanqueo y la reducción y adelanto en el pago del impuesto a los bienes personales. En caso de ser aprobadas, estas medidas aportarían casi 1% del PIB. No se incluyó la reversión del aumento en el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, que representaría para el gobierno nacional alrededor de 0.4% del PIB adicionales, que sería presentada en un proyecto aparte.Del lado del gasto, el proyecto prevé la suspensión en la actualización de la fórmula previsional, pero el "ahorro" previsto para 2024 no requeriría de una reducción adicional en el poder adquisitivo de los que perciben haberes superiores a la mínima, sino mantener los niveles ya licuados de finales de 2023. Además, se incluye una ambiciosa reforma de la administración nacional, como así también de los fondos fiduciarios, cuyo impacto fiscal es difícil de cuantificar. Finalmente, se pide una autorización para privatizar todas las empresas del Estado. No es fácil estimar ahorros de gastos o ingresos porque el elevado costo del capital reduce el valor de las compañías y algunas no parecen tener un precio positivo, aun...

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