Se bajó Guardiola y el show del fútbol se detiene

"Son cuatro años, el tiempo lo desgasta todo, me he vaciado y necesito llenarme". Con esas palabras, ante una abarrotada sala de prensa y teniendo a sus costados al presidente del Barcelona, Sandro Rosell, y al director deportivo del club culé, Andoni Zubizarreta, Josep Guardiola le puso fin a cuatro años de trabajo al frente del club de sus amores. El vínculo caerá el próximo 30 de junio.Pep bajó el telón a la era más exitosa del Barcelona, y a una etapa histórica en el fútbol mundial. Guardiola ganó 13 trofeos en sus cuatro temporadas de gestión, una cifra que podría aumentar si gana el 25 de mayo la final de la Copa del Rey contra el Athletic de Bilbao. El timonel, según lo anunció el propio Rosell, será reemplazado por su asistente Tito Vilanova.El todavía entrenador azulgrana reconoció que fue "un error" haberse demorado tanto en hacer pública su decisión, la que ya había sido tomada en octubre pasado."En diciembre le comuniqué al presidente que el final de mi etapa estaba muy presente. Pero no lo podía hacer público, ni decírselo a los jugadores. Hubiera sido un lío. La decisión estaba tomada desde hace tiempo. Por eso se ha hecho tan largo e incómodo", admitió.Guardiola destacó que, debido a la enorme dedicación y al esfuerzo realizado ya no se sentía con fuerzas para seguir. "El tiempo lo desgasta todo, y yo me he desgastado. Me he vaciado y necesito llenarme. La alta exigencia de este club provoca un gran desgaste. El que venga dará cosas que yo ya no puedo ofrecer. No es una cuestión de capacidad, sino de energías. Yo tengo que recuperarme, descansar y verlo desde la lejanía".Para Pep permanecer en el club hubiese sido dañino para todos. "Nos hubiéramos hecho dado, o quizás no, mis jugadores y yo. Habría sido engañarme a mí mismo. Les tengo mucha estima y hemos vivido demasiado cosas juntas para que esto temblara, no me lo perdonaría nunca. Es mi sitio privilegiado, el mejor posible, pero hago lo que me toca".Al referirse a los jugadores, el entrenador barcelonista también expresó: "he tenido el gran privilegio de entrenar a estos futbolistas y me han hecho disfrutar de este trabajo. Agradecerles millones de jugadas y partidos soñados que, gracias a ellos, se han hecho realidad. Esto no tiene precio. No hay nada más valioso, es lo que me llevo".Confirmó que se va "con la sensación del deber cumplido y orgulloso. Me voy en paz conmigo mismo, con la sensación de haberlo hecho lo mejor posible. Lamento profundamente haber perdido la energía"...