El ballet del San Martín se lució en el Teatro Solís

La presencia del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín en el Teatro Solís, entre el jueves y el sábado pasados, trajo a ese escenario un aire fresco en el campo de la danza.Inspirada en tres compositores indiscutibles (Chopin, Vivaldi, Piazzolla), la compañía porteña dio muestras de un buen equilibrio entre excelencia y frescura. Bajo dirección de Mauricio Wainrot, también director artístico de la compañía oficial, el espectáculo abrió con un dúo de diez minutos, que tuvo como punto de apoyo uno de los movimientos del Concierto nro. 1 para piano y orquesta de Chopin.El carácter fuertemente romántico de la partitura, su belleza y firmeza, fueron el pilar de una hermosa coreografía, que dentro de un estilo compacto conjugó una gama amplia de lenguajes. Como había adelantado el director, esta coreografía fue elegida entre otras cosas por su calidez, que hizo que la primera carta que se viera en escena fuera directamente al corazón del público, que la aplaudió generosamente.Sin intervalo, se pasó a la segunda parte, plato fuerte del conjunto. Muy esperada por la gente que conoce del asunto, Las ocho estaciones estuvo realmente deliciosa. La idea de esta obra nació más de una década atrás, cuando el coreógrafo conjugó dos partituras que de alguna manera ya estaban emparentadas por el genio de Piazzolla.Las cuatro estaciones de Vivaldi, y Verano porteño, Otoño porteño, Invierno porteño y Primavera porteña, fueron entrecruzadas de modo que el gran compositor italiano y el también grande argentino, entraran en amable diálogo. Numerosos compases de la archiconocida obra...