Barack y George

El actor más sexy del cine actual -de acuerdo al voto de "ellas"- no parece dispuesto a ocultar cuál será su opción en las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre próximo. En cualquier oportunidad que se presente para declararlo, el nombre de Barack Obama surgirá de sus labios. Existe un evidente "fee-ling" entre el mandatario y el astro de Hollywood, y esa es una de las explicaciones que este puede ofrecer para fundamentar sus actos de adhesión a la reelección de aquel.Es verdad que en la organización de alguno de ellos se pasa un poco de la raya que traza la mesura. Hace poco se le ocurrió preparar una cena en honor de Obama: la idea empezó por servirla en un quincho -como es de moda- pero pronto desistió al advertir que sería un tanto incómodo por su pequeñez: entró entonces a decidirse por recibir al presi en la simpática casita que adquirió en Los Angeles pagadera en cómodas cuotas, con lo que consagró en realidad su sueño de toda la vida: poseer una cancha de ping pong y jugar de locatario.Pero, para no llevarse sorpresas, hizo cálculos: la casita, uniendo habitaciones, un modesto living de 15 por 8, cocina, despensa, altillo y un patio sin claraboya pero con pileta de lavar, podría nuclear como máximo unas 50 personas, muy apretaditas: era nada para lo que George quería lograr; cobrar un...