La batalla nocturna

FABIÁN MUROEduardo va a buscar a su hija Antonella de 17 años a la puerta del boliche cada vez que ella sale a bailar. Lo hace desde hace unos años, y dice, la noche está cada vez más violenta. Tiene razón. La violencia interpersonal viene creciendo en la sociedad uruguaya desde hace años. Con la preocupación propia de un padre Eduardo dijo que las peleas pueden ser por cualquier cosa y que su hija va vestida como una "pordiosera" para evitar problemas.Antonella, aunque no se identificó en la descripción paterna de su vestuario, sí reconoce que en que en cualquier momento se puede dar una incidente violento. "Una mirada, un choque, un `me miraste a la novia`. O al novio. Porque también entre mujeres se dan peleas", dice.Ignacio que está por cumplir 20 y sale todos los fines de semana coincide: las peleas son de rutina y por pavadas. Él y sus amigos se pelearon contra otro grupo pero no sabe por qué.La golpiza que le dieron cuatro mujeres a Tania Ramírez en la puerta de Azabache probablemente seguirá causando discusiones sobre el componente racista. Para la Justicia se trató de una pelea callejera. Y es una de las muchas que se dan adentro y afuera de los locales bailables, los boliches, en Montevideo y el Interior.En Salto, tres jóvenes fueron agredidos por una patota de 10 personas a la salida de un boliche y uno de ellos sigue internado seis meses después; los agresores, por decisión judicial, están libres."Es más común ahora", dice el gerente de emergencias de la Unidad Coronaria Móvil, Jorge Díaz. Los riesgos no abarcan únicamente a los involucrados en la pelea. "Estamos más expuestos a este incremento de la violencia", dice. "El año pasado, una ambulancia de UCM acudió a Azabache para atender a una persona y balearon a la ambulancia".NORMALES. La pelea callejera está completamente integrada y naturalizada al marco de "convivencia" en las salidas de los jóvenes (o no tanto) que andan de noche. Cualquier dueño de boliche o trabajador de esos lugares dice que es algo que habitual, hasta varias veces.Andrés Vikonis es encargado de Relaciones Públicas en Up, que está ubicado en el complejo de centros nocturnos de Parque Rodó. Luego del fallo de la Justicia, que procesó con prisión a tres de las agresoras en el caso Ramírez por una pelea callejera y no por racismo, Vikonis publicó en su perfil de Facebook: "Creo que no me preocupa tanto el debate sobre si fue racismo o no racismo (cosa discutible), como sí me preocupa que la gente dé como normal la agresión y una pelea donde pudieron matar a alguien".Vikonis agregó en charla con Qué Pasa que más allá de matices-"no hay tantas peleas en el boliche en el cual trabajo", aclara- también le preocupa que lo que llama "la juventud" sea más proclive actualmente a pegarse, muchas veces hasta provocar terminar con alguno de los involucrados en el hospital.Al psiquiatra de niños y jóvenes, Miguel Ángel Cherro, no le sorprende tanto. Para él, la violencia de este tipo tiene una larga historia y no se circunscribe a "la discoteca", como dice. "También es común verlo en un contexto deportivo". Con 79 años, recuerda que cada vez que iba a ver un partido de Atenas, había pelea.La diferencia hace a la intensidad de la violencia. A su entender, la pelea callejera de hoy involucra a más personas y también puede incluir armas. Hace 50 años, agrega, el...

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