Bauzá expone fractura en el gobierno

por Martín AguirreEs la figura del momento. La directora del liceo Bauzá, Graciela Bianchi, se ha convertido en un personaje ineludible en medio de la discusión sobre el estado de la educación pública. Sus salidas airadas, sus declaraciones ásperas, y sobre todo su proyecto independiente, que rompe con la visión de las autoridades de la enseñanza, han generado revuelo. Pero lo más llamativo es que ha expuesto una división aguda en el oficialismo, donde algunos la ven como la respuesta ideal ante los pobres resultados que emite el sistema pese a los aumentos de recursos, y otros como una amenaza a su proyecto."Vos a mí no me tutees". La frase, dicha con tono contundente, y potenciada por la imagen vacilante de la grabación de video casera, recorrió todos los medios. En ella se ve a Bianchi increpando a un grupo de alumnos a quienes habría encontrado bebiendo alcohol en las instalaciones del liceo. Más allá del morbo implícito, tan actual, que genera el hecho de ser testigo de una escena a la que uno no fue invitado, el episodio no parece de relevancia. Sin embargo lo que atizó la polémica fue que quien lo difundió fue nada menos que el director general del Ministerio de Educación, Pablo Álvarez.La directora Bianchi se encontraba desde hace días en abierta polémica pública con el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, por la falta de seguridad policial en torno a su liceo. Una polémica que casi termina en la justicia.Es que desde su irrupción en la escena pública, cuando renunció a su cargo de Secretaria Administrativa del Codicen, Bianchi ha generado impacto en cada una de sus apariciones. Sus palabras ya entonces eran explosivas. "El contrato entre la sociedad y el Estado se fracturó", señalaba, al denunciar la situación lamentable de la educación pública. Y atribuía las deficiencias a que el gobierno designaba autoridades en base a su origen político y no por su idoneidad. "Hubo una cuotificación política adentro del Frente para determinados sectores, léase MPP y Partido Comunista. Y los que tenemos independencia de criterio no tenemos lugar", sostenía.Tras dejar el Codicen, Bianchi volvió a su cargo en el Bauzá desde el cual, aprovechando la autonomía que brinda la discutida ley de educación, impulsó un proyecto casi "separatista", en el cual a contrapelo del espíritu flexibilizador y complaciente que surge desde la administración, se propuso exigir más e imponer una mayor autoridad sobre los estudiantes. Y desde allí siguió cargando contra varias "vacas...

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