'Los brasileros son los que gastan más'

Algunos pescadores salen a las 20 horas, otros a las 22 o a la medianoche. Entre las cuatro y las seis de la mañana vuelven al puerto, filetean y alrededor de las nueve empiezan a vender.Hay pescadores que siguen de largo, como Juan Álvarez, quien solo descansa mientras espera que aparezcan peces y cuando regresa al puerto. "Es muy sacrificado" el trabajo del pescador, reconoce quien cuenta que lleva 25 años en el oficio. Salir a pescar le llega a costar hasta US$ 400. Durante el año no abre su local Rondanina, que comparte con La Morocha: vende puerta a puerta.Una mañana soleada y fresca de fin de enero, los diez locales frente al estacionamiento del Puerto de Punta del Este ofrecen merluza, brótola, cazón y pescadilla de la zona, además de salmón, atún y mariscos importados. Mientras que algunos mostradores los exhiben sin lograr captar la atención de los turistas, un par de puestos están rodeados de clientes. Frente a Pescados y Mariscos Don Mateo hay brasileros pagando y argentinos comprando diversos frutos del mar. Jessica Arismendi los atiende con simpatía. Se jacta del servicio y la calidad que los distingue. Ofrece sin presionar.El aspecto y la textura de los los salmones chilenos y del atún español revelan que no fueron congelados, explica Arismendi, quien se ocupa del marketing de Don Mateo. Según ella, al igual que lo afirman en la pescadería Marycar, hay quienes venden en locales de la explanada pero no tienen barco. Esto significaría que lo que venden como si estuviera recién salido fue comprado en otro lado. Ellos, en cambio, se diferencian al asegurar que tienen embarcaciones. Pescados como la brótola, el lenguado, la corvina y la pescadilla se salen a buscar de noche. Y el mejillón con cáscara de Don Mateo "se saca de profundidad". Esto es posible porque Jorge y Santiago Piaggio, quienes también trabajan en el local, junto a Mariano, salen a bucear.La marisquería tiene diversos orígenes. Mientras que las almejas y berberechos normalmente se encuentran y venden en Uruguay, los pescadores suelen ofrecer langostinos importados de Chile o Ecuador, pero también hay de China.Los vendedores coinciden en que el salmón es muy pedido en el puerto puntaesteño."Es lo más caro, mucha gente prefiere consumirlo por lo caro, por la novedad y por la calidad", explica Arismendi, quien agrega que esto también depende de cómo se cuide el pescado y del servicio al cliente.Según Mikaella Suárez, encargada de Marycar, el salmón que se vende más barato si es...