Lo bueno, lo malo y lo nuevo de 2011

JORGE ABBONDANZACuando se acerca el fin de año, la vieja rutina de los balances resucita para decidir cuáles fueron los mejores libros, las mejores películas o los mejores discos del año, pero asume otra importancia cuando se trata de pasar lista a los acontecimientos políticos, porque esos hechos no agitan solamente la curiosidad periodística o la memoria del lector, sino que mueven a los países y hasta cambian el mundo. Repasarlos en diciembre, permite comprender cuántas cosas ya no son como eran hace doce meses, demostrando que el curso de un año ha dado algunos pasos en el camino de transformaciones de la realidad.En el 2011, una gran conmoción fue la primavera árabe.Comenzó junto con el año en Túnez y de inmediato encendió otros focos en cinco países de la región, aunque su segundo acto tuvo lugar en febrero con la revolución egipcia. En ambos casos se trataba de derrocar a dictadores que llevaban décadas en el poder, pero su alcance iba más allá de simples alzamientos populares. Tenía la amplitud de una enorme ola capaz de dar vuelta como un guante a todo el mundo árabe, y de hecho su potencia alcanzó para barrer el régimen libio ocho meses después, liquidando finalmente a Gadafi en un funeral wagneriano (¿o hitleriano?) que clausuró el más longevo de los despotismos de la zona.Sin embargo la correntada que parecía...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR