Una 'cadenita' fue clave para condenar a dos personas por crimen de trabajador de Kinko de Pocitos

GUILLERMO LORENZOEl delincuente llegó a su casa nervioso. Hacía minutos le había disparado a un trabajador de un Kinko de Pocitos , pero lo que le preocupaba era que le faltaba "una cadenita". Esa noche, un 29 de abril de 2018, él y otra persona habían ido en moto al local ubicado en Avenida Sarmiento y Obligado. Llevaban sus rostros tapados. Frenaron la moto frente a esa sucursal de la cadena de almacenes y mientras uno de ellos se bajó, el otro se quedó esperándolo en la puerta.En el Kinko, a las 23:30, había dos clientes y algunos empleados. Entre ellos una mujer que trabajaba como cajera y que en ese momento estaba barriendo el piso del local. Otro de los empleados era un joven de 22 años que estaba en el área de las góndolas.> > Ambos se vieron sorprendidos cuando el delincuente ingresó apuntando con un arma . Primero se dirigió a la trabajadora que barría y estaba a pocos metros de la puerta, y le exigió que le diera la plata de la caja. Luego fue hasta las góndolas, donde estaba el joven, para que todos se enteraran de su presencia.Cuando el rapiñero volvió hacia la caja para robar el dinero, se distrajo. Oscar Nicolás Pereira , el joven que estaba en la góndola, se dio cuenta de que el delincuente le había dado la espalda por unos segundos y en el afán de evitar la rapiña, o que el delincuente atacara a su compañera, se trabó en lucha con el rapiñero. Tras unos segundos el delincuente logró zafarse y disparó tres veces contra Pereira ; luego salió corriendo. Pero en esa huida resbaló, se volvió a parar y finalmente se subió a la moto que lo esperaba para ir hacia Casavalle. En esa escena de forcejeo, tropiezo y huida el delincuente perdió "la cadenita" que lo tenía preocupado cuando llegó a su casa."Estaba muy nervioso, perdió una cadenita en el lugar... una cadenita del cuello, un crucifijo", declaró una testigo ante el fiscal de Homicidios Juan Gómez , de acuerdo a la sentencia judicial a la que accedió El País. > > Cuando la Policía llegó al Kinko esa noche de 2018, Pereira había sido trasladado a un hospital, donde luego murió, y una cliente les mostró "la cadenita" que había en la puerta del local. El delincuente fue atrapado un año después de haber matado al joven trabajador y aquel descuido en esa trágica noche fue clave, entre otras pruebas, para que el fiscal Gómez lo acusara de ser el asesino.Según declaró un policía que investigó el caso, en la cuenta de Facebook del delincuente se podían apreciar...

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