Cambió el césped por el polvo de ladrillo

Federico López, que, aburrido, dejó el fútbol por el tenis, vivió su primera experiencia en el Uruguay Open.

Federico López llevó al tercer set su partido de segunda ronda en la clasificación. Pasó por momentos de angustia, cuando ganando 3-0 en el segundo set de ese encuentro ante Manuel Barros, el quinto cabeza de serie de la ronda previa del Uruguay Open, comenzó a acalambrarse y casi no pudo moverse durante un par de games.

Todo era nuevo y desconocido para este exfutbolista de las juveniles de Defensor Sporting que hasta hace cuatro años se movía en media cancha en el Pichincha.

"No esperaba jugar la clasificación de un torneo como el Uruguay Open. Me sorprendí dentro del cuadro y después ganando el primer partido en el estadio principal", dijo Federico a Ovación.

Todo fue muy rápido. Tras ganarle 5-7, 6-2, 6-0, al brasileño Tomas Abisail de mañana, después del mediodía estaba peleando ante un jugador con más experiencia.

Perdió 6-1 el primer set, se acalambró, dudó, pidió médico, se le pusieron 3-2, pero ganó ese segundo set y luchó hasta el final.

"Me acalambré por los nervios, no por el estado físico. En el primer set no entendía mucho qué estaba pasando. No sabía bien cómo jugarle, y luego no sabía cómo superar el dolor, pero el médico me ayudó mucho cuando entró en el cambio de lado", explicó.

Llegó a la Plaza de Deportes N° 3 del Parque Rodó ya que cómo él mismo dijo, "el fútbol me aburrió. Luego me fui a Biguá y empecé a entrenar junto a Gabriel Macagno y Roberto...