'Los cambios de Herbert nos marcaron'

Os Paralamas Do Susseso -dicho en español "Los Guardabarros Del Éxito"- publicaron su primer disco, Cinema mudo, en 1983, del que se vendieron 90 mil copias. Desde entonces el trío brasileño experimentó la popularidad y también la tragedia.Pasaron treinta años de aquel envío discográfico que sería el punto de partida para un ascenso vertiginoso. Los músicos de Paralamas no podían imaginar lo que tenían por delante. En sólo cinco años lograron ubicarse en los principales escenarios de América Latina y Europa.Al otro lado del teléfono el baterista João Barone señala que el álbum más importante en la historia del grupo fue el que contenía Dos Margaritas, (Severino), aquel título que en 1994 no resultó muy comprendido en Brasil (y eso se reflejó en las ventas) pero sirvió para abrirles camino en Latinoamérica. "Es una producción muy osada, intentamos ir a contramano de lo que era el pop fácilmente comercial. La versión en español nos hizo populares en todo el continente y eso amplió nuestro mercado. ¡Significó un golazo para nosotros!".Pero al ser consultado sobre el disco del que se sienten más orgullosos recordó a Selvagem de 1986, con el que vendieron más de medio millón de copias. "Es referencial porque incluye el hit Alagados y porque nos dismos el gusto de trabajar con Gilberto Gil. Para ser el tercer álbum de una banda que estaba empezando nos pareció muy determinante. Nos marcó y reafirmó el camino. La gente lo recuerda mucho porque ahí empezamos a mezclar los colores de Brasil con el rock de los `80", agregó Barone, diciendo que en el espectáculo celebratorio que llevan en gira desde febrero no habrá temas inéditos. Desde 2009 Paralamas no publica un nuevo álbum de estudio y el itinerario de actuaciones antológicas se extenderá hasta el segundo semestre de 2014. Por este motivo las canciones que compuso Herbert Vianna en los últimos años seguirán a la sombra durante un tiempo.El show es totalmente distinto al que el público uruguayo pudo disfrutar en 2012 en Punta del Este. Es concebido como una celebración de las ganas artísticas que, según Barone, "siguen intactas y están muy lejos de cualquier espíritu nostálgico"."Usamos los treinta años como excusa para mostrar que la llama inicial permanece, que conservamos el mismo encanto y la misma entrega, algo que para nosotros es tan valioso como la música. Los cambios que Herbert pasó nos marcaron pero hay que mirar hacia adelante, tener actitud positiva y seguir. Es un caso atípico y quizás el mejor...