El campesino que salvó al hijo de Rojas

Llegaron a través del río Irinida con un bebé de unos seis meses, magullado y desnutrido, con un brazo roto y el cuerpito ulcerado por la leishmaniosis. Fue el 11 de enero de 2005 cuando unos guerrilleros de las FARC aparecieron en la Sierra de la Macarena, al sur de Colombia, para dejar a ese bebé al cargo de un campesino dedicado al cultivo de la coca y padre de cinco hijos."Venía en unas condiciones nefastas. Me eligieron a mí porque mi suegro era curandero y pensaron que él podía hacer algo para salvar al niño".Ese día, todo cambió para siempre en la vida de José Crisanto Gómez. A sus 44 años, lo recordaba el martes emocionado, triturando literalmente las gambas para sacar el máximo jugo de ellas. "Pensé que era el hijo de alguna guerrillera o de algún comandante, incluso el de alguna secuestrada que habían asesinado y que en vez de tirar al bebé al río me lo habían traído a mí". Lo que nunca pensó fue que era el hijo de la abogada Clara Rojas, secuestrada por las FARC tres años antes junto a la política Ingrid Betancourt. Entonces ni se sabía que Rojas había sido madre en la selva.Educado y calmo, con un castellano exquisito, Crisanto cuenta cómo desde entonces se vio envuelto en una situación delicadísima y peligrosa. "Yo soy una víctima directa del conflicto colombiano provocado por las FARC, los paramilitares, el Estado y un sistema jurídico que deja mucho que desear", se queja Crisanto.La vida de este campesino, hoy ya padre de siete hijos y separado de su mujer, se ha llevado al cine en Operación E, dirigida por Miguel Courtois e interpretada por Luis Tosar que se estrena el próximo 5 de diciembre.Crisanto Gómez lloró y abrazó a Tosar después de ver la película el lunes pasado, recién llegado a España."Me emociona que esta realidad se muestre al mundo, cuando en mi país se trata de ocultar. Es importantísimo que el mundo conozca lo que han vivido miles de campesinos que han sido víctimas de un conflicto en el que ellos no han tenido ninguna responsabilidad. Los montes de Colombia están llenos de cadáveres de gente humilde, sin olvidar a los más de cuatro millones de desplazados. No deja de ser esperanzador que se conozcan las penalidades sufridas", dice emocionado.Cuando Juan David, el nombre con el que Crisanto Gómez registró al pequeño en el hospital de San José, donde lo dejó a cargo de una institución benéfica del Estado, pasó a ser Emmanuel, el hijo de Clara Rojas y núcleo de las negociaciones entre las FARC y los Gobiernos de Colombia y...