Indignación y caos en Santa Catalina

La indignación acumulada durante toda la jornada por la muerte de un joven a manos de la Policía, y explotada por militantes de la izquierda radical, dio paso al caos en la noche en Santa Catalina. El barrio fue cerrado y hubo violencia.Los vecinos se habían convocado a las 19 horas para realizar una marcha con velas, en protesta por el asesinato de Sergio Lemos, baleado por un policía en la noche del lunes. Sin embargo, a esa hora el barrio era un hervidero y no había clima para un reclamo pacífico.Desde las siete hasta casi las 22:00 la violencia fue aumentando y se observaba que un grupo más duro, compuesto mayoritariamente por jóvenes, estaba totalmente desacatado y quería provocar la llegada de la Policía para enfrentarla.Otro momento de gran tensión se dio cuando llegó un camión de Bomberos al barrio. Un grupo de jóvenes se acercó al vehículo, a unos 50 metros del primer piquete, y mientras levantaban la mano, gritaron: "Acá no van a entrar". A la misma vez, otro grupo empezó a gritar desde atrás del piquete para que los dejen entrar. "Dejalos que se arrimen y les rompemos todo, dale, que vengan", decían. Los Bomberos optaron por retirarse."Esto es para frenar a los milicos", repetía uno de ellos mientras armaba un piquete con ayuda de otros jóvenes.Eran al menos 40 que corrían de una punta a otra de la calle Víctor Hugo y alimentaban los piquetes que cortaban la calle. Algunos incluso se movían en moto y llevaban trozos de neumáticos de un lado a otro para avivar el fuego. Además del corte principal que ardía en el ingreso al barrio, la multitud armó dos piquetes más en un cruce de calles a una cuadra y media del almacén donde todo comenzó por la rapiña.Al menos 200 personas se concentraron en ese punto y empezaron a insultar a los únicos extraños que había en el lugar: la prensa. Sobre las 19:30 encendieron uno de los piquetes y cuando los camarógrafos y fotógrafos empezaron a registrar lo que sucedía los jóvenes reaccionaron con violencia.Un par de ellos se llenaron las manos de piedras y empezaron a gritar a la prensa: "No queremos periodistas acá, queremos que paguen al pibe". En ese momento comenzó una lluvia de piedras y amenazas contra los cronistas. Las piedras pasaron cerca de un grupo de periodistas; un móvil de prensa que estaba estacionado recibió un impacto en el techo.Minutos más tarde otro grupo apedreó una garita de seguridad (que estaba vacía y solo tenía algún mueble y un aire acondicionado), y finalmente terminó por rociar el...

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