Carritos y relinchos en el palacio

Decenas de clasificadores coparon ayer avenidas principales de la ciudad, hasta llegar en masa a la IMM, con sus carros. Entre arengas -y cortando la calle- reclamaron el cese de las requisas y despotricaron contra la IMM y la Policía."Vamo` arriba, compañeros. ¿Qué les pasa? ¿Están muy callados? ¡Arriba los que luchan! ¡Arriba nosotros! Vamo`, eh". Con micrófono en mano, y voz firme y gruesa, Patricia Gutiérrez, secretaria del sindicato de clasificadores, animó a sus seguidores frente a la explanada de la Intendencia.En pleno 18 de Julio se concentraron ayer a la tarde más de 80 carros con caballos, dirigidos por hombres y mujeres (de todas las edades), y en muchos casos acompañados por niños. Bastó esa arenga para que, de un segundo a otro, un gran bullicio se generara en el ambiente, entre cornetas, gritos o, simplemente, el repiqueteo de palos de madera contra tachos y contenedores de basura.Con un discurso combativo y clasista, desde el sindicato criticaron la política de fiscalización de carros adoptada por la IMM, se quejaron de la falta de comprensión de la sociedad (sobre todo "de los más pudientes") y recriminaron al "arrebato policial" con que se requisan carros y caballos."Reclamamos el cese absoluto de la requisa, que está siendo utilizada para imponer la parálisis de nuestro trabajo. Rechazamos también la persecución con la que se arremete a los clasificadores. La sociedad debe valorar nuestro trabajo y protegerlo. Cuando la IMM registra un auto mal estacionado nadie reclama contra los automovilistas. Con nosotros ocurre todo lo opuesto. Parece que los de arriba tienen derecho a todo mientras los de abajo a nada", expresó el presidente del sindicato, Walter Rodríguez (62), integrante y creador de la cooperativa familiar Seis de Diciembre, en la que trabajan sus seis hijos, su señora, su nuera y un compañero. En promedio, cada uno de ellos obtiene al mes por la tarea de clasificar cerca de $ 16.000, es decir un ingreso familiar que ronda los $ 80.000.Sobre las propuestas alternativas que ha ofrecido la Intendencia, Rodríguez expresó que son insuficientes para un sector en el que hoy se mueven unos 15.000 clasificadores, según estimaciones del sindicato."La intendencia ha propuesto como alternativa laboral el trabajo en la construcción. Pero no han logrado ubicar a más de un centenar de clasificadores", manifestó el presidente del sindicato.La marcha de ayer comenzó en los alrededores del Palacio Legislativo, pasado el mediodía. Allí se leyó...

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