En casa

Convocado a las urnas para determinar si la ley que despenaliza el aborto debía ser o no sometida a un referéndum, el pueblo uruguayo optó por quedarse en su casa. Apenas poco más de ocho de cada cien habilitados para sufragar manifestó su voluntad de que un tema tan relevante como el derecho a la vida se resolviera en una consulta de voto obligatorio.¿Qué conclusiones se pueden sacar de este suceso? Vamos por partes.¿Puede decirse que una abrumadora mayoría de los uruguayos, algo así como un 91%, se quedó en la casa porque fue su forma de mostrar su apoyo a la ley de despenalización del aborto? Es una lectura posible. Empero, un mes antes del pasado domingo una encuesta nacional de opinión pública de la empresa Cifra aseguraba que si se sometiera dicha ley a un referéndum un 46% se manifestaría contra dicha norma, mientras un 44% apoyaría la despenalización. Uno de cada diez uruguayos se manifestaba, por entonces, indeciso.En el mismo sondeo de Cifra -la misma empresa que días atrás sostuvo, con toda firmeza que el Frente Amplio ganará las elecciones de 2014 en primera vuelta y que el doctor Tabaré Vázquez volverá a ser presidente de la República- que en la instancia del pasado domingo 23 un 51% "seguramente" iría a votar y un 9% adicional "probablemente" lo haría. Ese 60% que tenía una disposición a habilitar una consulta "para que el pueblo decida", como el Frente Amplio sostuvo tantas veces, se transformó en menos de un 9% cuando llegó el día.¿Fue el frío? ¿Fue el partido de la sub 20? ¿Fue Uruguay-Tahití? ¿Qué fue?¿Por qué los uruguayos, que en una...

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