El castillo de Tabaré

Debe ser un caso único en el mundo, que sea noticia que un político aparezca en TV. Sobre todo cuando ese político es un expresidente que lidera las encuestas de cara a una nueva elección. Y con el condimento extra de que tal vez sea la única chance de verlo en vivo, y respondiendo preguntas de periodistas.Por ese motivo fueron muchos los que se instalaron el pasado miércoles frente a la pantalla para ver a Tabaré Vázquez en el programa Código País. Había avidez por saber cómo estaba físicamente, de reflejos, cómo reaccionaba ante un público más exigente que el de un acto partidario.Pero, sobre todo, cuál iba a ser el tono de su discurso, que en el inicio de campaña había lucido extraño, agresivo, e incluso exageradamente a la "izquierda", para lo que es el sentir del votante mayoritario en Uruguay.Algo que más de un analista creyó ver detrás del magro impacto que ese inicio de campaña de Vázquez, tuvo en las encuestas de opinión.El Tabaré del miércoles se pareció mucho más al de hace 5, 10 años, que al de los primeros actos de la presente campaña electoral.Primero hay que decir que la biología ha sido generosa con el candidato.Se lo vio agudo, en control, calmado. Hizo gala de ese estilo opaco, de tono de voz monocorde, que tanto éxito le ha dado con los votantes y que tanto exaspera a rivales dentro y fuera del Frente Amplio. Un estilo que la exsenadora de su partido Margarita Percovich definió como "de predicador", que "ofrece certeza a las personas mayores en un mundo que cambia vertiginosamente y que no comprenden del todo".Negó enfáticamente haber tomado el pelo a Jorge Larrañaga cuando hace unas semanas imitó burlonamente su tono de voz. Y cuando se aventuró en el terreno de la picardía, comparando esta elección con el histórico programa "El Castillo de la Suerte", al decir que los ciudadanos tienen para elegir entre una cantidad de electrodomésticos, unas bolsas de fideos, o el proverbial chancho, lo hizo con cara inocente, como pidiendo disculpas. 100% Tabaré.Tal vez el único momento en que un brillo de espontaneidad se filtró a través de su armadura fue cuando se le preguntó por qué volvía a ser candidato, a lo que contestó "¿Quiere que le diga una cosa?... De verdad no sé".Pero no fue solo la forma lo que notoriamente cambió Vázquez con lo que fue su inicio de campaña. El fondo, el contenido, también experimentó un giro de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR